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La Familia: ¿Demasiados Testigos?

Hay filósofos que dicen que Dios es un invento para superar la soledad de no tener testigos de la vida. Dios está en todas partes, nos mira pecar, crecer y superar obstáculos, nos conoce. Sin Él, la identidad parece diluirse, esconderse. La historia es tan importante como el presente en lo que somos.

Hombres y mujeres lúcidos han comentado que después de perder a una pareja el dolor persiste por la falta de testigo de la vida cotidiana y de la evolución. Sin esa pareja, la sensación es de avanzar solos, sin que otro haga el seguimiento de nuestra vida, es como perder un historiador que comparta la memoria de los detalles. Una soledad devastadora. La familia es testigo de vidas y cambios. Los padres cuentan cómo fuimos de guaguas, qué nos hacía llorar, cómo fue la entrada al colegio o las primeras palabras. Una persona sin padres quisiera tener a quien recurrir para completar esos vacíos en la propia historia y a veces se desesperan de acceder al pasado sólo a través de los recuerdos propios. Los testigos son importantes. Pero la familia es más que la madre que cuenta historias. Es donde los roles de antes aprisionan, las desconfianzas, celos, envidias, complicidades y recuerdos nos atrapan y nos dificultan el cambio. La gente que ha vivido sola en el extranjero relata la experiencia de libertad al ser de otra manera. Una adolescente tímida viaja al extranjero por intercambio escolar y vence su timidez, lejos de la protección de sus padres. Como si los testigos fueran enemigos del cambio.

El que era flojo debe convertirse en millonario para dejar de ser tratado como tal. Sólo si cambia 180 grados la familia suelta la infancia y la historia. La neurótica irritada que toma antidepresivos y ya no se enoja es tratada con cuidado por su familia porque "es una polvorita". La santa que se hizo cargo y ahora está enamorada y no quiere seguir porque lo hacía por vacío más que por amor, es tratada como "loca". El rebelde, que lo fue para sobrevivir a su padre, es después un marido tradicional. Pero en la mesa familiar sus comentarios de hombre moderno son tildados de opiniones rebeldes. Él discute que son provincianos si consideran eso una rebeldía, y la familia le sonríe perdonándole.

El amor, dolor, trabajo, los hijos, cambian a las personas. Hay una naturaleza inicial que permanece, pero los cambios pueden ser enormes. Y es bueno. Las vidas más plenas son las de grandes aprendizajes.

La familia es el lugar de cobijo en las crisis y de aprendizaje en las tragedias, pero es a veces el peor enemigo del cambio. Quizás la sola conciencia de los juicios que decimos en familia pueda ayudarnos a ser testigos de los cambios. Incorporemos a la identidad de nuestros hijos, hermanos, padres, lo que la vida les va enseñando y así lo pasamos mejor al ser testigos de cómo cambiamos en estas relaciones nuevas.

La Crisis De Los 40

Las crisis a lo largo de la vida son absolutamente necesarias e inevitables. Ellas obedecen a distintos factores: sicobiológicos, familiares, laborales, de pareja o con las distintas etapas del desarrollo e implican costos y beneficios altísimos.

Los hombres poseemos nuestras propias crisis, diferentes a las de las mujeres. Una de las más difíciles es la crisis de la mitad de la vida, comúnmente llamada la crisis de los cuarenta, una prueba para valientes, de la cual no siempre salimos bien parados. Ella se da con más fuerza en los hombres y afecta inevitablemente a la pareja; es allí donde se pagan los más altos costos. Aceptarla conscientemente permite sortearla con menor costo.

Ocurre entre los cuarenta y cincuenta años, cuando usted o su pareja se encuentra disfrutando un período de bienestar afectivo, sentimental y familiar, acompañado generalmente de un panorama económico consolidado. En ese momento, sin aviso previo, aparece ella, confundiéndolo todo.

Lo construido hasta entonces, con esfuerzo y cariño, entra en un proceso implacable de cuestionamiento y duda. Las certezas desaparecen y la confianza se constituye en un recurso indispensable, tanto para el que la vive como para su pareja, ya que la impaciencia o la desconfianza liquidan una relación.

A diferencia de la crisis de pareja, donde el núcleo radica en la relación misma, la crisis de los cuarenta afecta al individuo en su intimidad, y el sentido de lo vivido hasta ese momento cambia. El futuro se hace imperioso y amenazante, la mitad del camino ya está recorrida y surge la pregunta:

¿Y ahora qué?

El tema de la trascendencia y el legado a los hijos pasa a ser tema y la pareja se afecta dolorosamente, al ser excluida de sus preocupaciones, pudiendo incluso aparecer otras personas, significativamente peligrosas.

Paciencia... La crisis tiene duración limitada y los beneficios que otorga a los que se atreven a vivirla son tan grandes, como su origen etimológico lo indica: CRISIS, en su raíz más profunda, significa CRECER. No arranques de las crisis, vívelas a fondo, aunque te mueras de susto. Pagar sus costos vale la pena, por altos que ellos sean.

El Juego De La Vida

No hay juego que genere más pasiones y arrebatos que el fútbol. Los hinchas viven los triunfos y las derrotas de sus equipos como propias, y esa simbiosis nos hace preguntarnos qué hace que se produzca un fenómeno de masas como este. Y la respuesta tiene que ver con la vida misma.

Lo que nos lleva a muchos hombres y progresivamente a muchas mujeres a encantarnos con este deporte es tanto el objetivo final -ganar el partido o la copa mundial- como también el permiso para realizar a través de él las descargas de sentimientos acumulados que nos hemos ido guardando con el tiempo, muchas veces por falta de asertividad. Mediante el pretexto del ánimo y el entorno deportivo nos es permitido social-mente hacer catarsis en un ambiente expansivo. El problema es que muchas veces hacemos estas mismas descargas de energías a costa de terceras personas en lo cotidiano: con la pareja, los hijos, el trabajo y, por cierto, en el espacio ciudadano.

Nuestra manera de ser se refleja tanto frente a un partido de fútbol como en lo cotidiano, y dependiendo de cómo nos manejemos es el resultado final que conseguiremos. Si para todos o la mayoría de las personas ese resultado es "ganar" -un objetivo que en la vida se traduce en generar mayores ingresos económicos, ser reconocidos, liderar o simplemente decidirse a ser felices-, es importante analizar cómo nos
estamos enfocando en la práctica a nivel de conductas y -más importante aún- de pensamientos para el logro de nuestros sueños. Dicho de otro modo, cómo estamos pavimentando el camino que nos lleva a ese sueño.

En numerosas ocasiones he escuchado decir que nuestros deportistas no se "creen el cuento" y que se dan por derrotados antes de enfrentar un partido. También he escuchado decir que les falta disciplina y rigor en pos de obtener logros que se desprendan del esfuerzo y de trabajar aquellos comportamientos más débiles de cada jugador. Por ejemplo, si uno detecta que le cuesta mantener su energía hasta el final de un partido, es precisamente esa área la que debiera trabajar con tesón, y si otro jugador es muy proclive a enganchar con las agresiones recibidas en la cancha, lo que debiera reforzar son las conductas que le permitan proseguir en su meta y no dejarse llevar por rabias ajenas. De este modo no desgastará energías inútiles en contestar una agresión y se concentrará en jugar bien y ganar el partido.

Pensemos entonces en nuestras conductas erradas, aquellas en las que incurrimos sin darnos cuenta mientras jugamos el gran partido de la vida. Algunos ejemplos:

  • Muchas veces partimos derrotados mentalmente; por ejemplo, nos decimos internamente que es casi imposible que ganemos el partido.
  • Pensamos o comentamos: "Se nota la superioridad de los contrarios", aunque apenas lleven unos pocos minutos jugando.
  • 0 actuamos con arrebato: "Tengo tanta rabia con mi vida que voy a aprovechar de decir garabatos con el fin de desahogarme a costa de mis contrincantes".
En definitiva, actuamos como si fuéramos una raza perdedora y ni nosotros mismos nos creemos consistentes para enfrentar tanto un partido de fútbol como muchas situaciones de la vida cotidiana en donde se ponen en juego nuestras fortalezas.

En cambio, si tomamos la vida, el deporte y a nosotros mismos con respeto, seguridad y asertividad estaremos apostando a ganadores, sin pensar en el espejo social ni en lo que creemos que los demás nos exigen. Sólo asegurémonos de mostrarnos verdaderamente confiados en que los partidos se trabajan hasta el final y que estamos dispuestos a mojar la camiseta para lograr lo que nos proponemos como seres humanos.

Cuánto nos cambiaría la vida si nos convirtiéramos en nuestros propios entrenadores; aquellos que nos ayudan a encauzarnos en lograr los objetivos sin dilapidar energías valiosas en pensamientos depresivos, inseguros o agresivos. Hay momentos en que ello no parece fácil, pero es el camino a seguir para llegar al logro de nuestros sueños.

Superar El Miedo A Hablar En Público

Para algunas personas, la simple idea de expresarse frente a un auditorio es aterra¬dora. Este miedo genera una ansiedad que se incrementa cuando el sujeto piensa que será juzgado por el público, o cuando se imagina a sí mismo en una escena embarazosa. La gente que teme hablar en público, y que se ve obligada a ello, sufre reacciones fisiológicas como palpitaciones, dolores gastrointestinales, temblor en las extremidades, enrojecimiento, sudoración excesiva, tensión muscular y falta de salivación. La psicóloga Sandra Bravo manifiesta que quien tiene miedo de enfrentarse a un auditorio" en lugar de concentrarse en lo que sucede, suele pensar en lo que él cree que los demás están pensando. Para él, el público es el juez.

La psicóloga considera que la manera más efectiva de enfrentar este temor es comprender y aceptar que algunas personas estarán completamente de acuerdo con nosotros y otras en desacuerdo. Además, "quienes están habituados a enfrentarse a un auditorio enfocan su atención
en aquellos individuos que mandan señales de que consienten lo que se está diciendo" Por su parte, Morton Orman, autor del reporte How to Conquer Public Speaking Fear, ofrece consejos como:

• Tener en mente que no estamos obligados a tener el control sobre el comportamiento de la audiencia.

• Utilizar el humor. Las bromas harán que la relación entre la audiencia y el orador se relaje.

• Evitar hablar de demasiados puntos en una presentación corta,ya que el tiempo no rendirá y la presión provoca aun más nervios. Lo mejor es abordar dos o tres ideas a profundidad.

• No imitar a otros oradores. Si se actúa de manera espontánea se abre la puerta de la habilidad natural que tienen los seres humanos para lograr una presentación exitosa.

• Comprender que no existe un discurso perfecto. Todas las personas que hablan en público cometen errores y lo único que hay que hacer con ellos es dejarlos pasar.

Miedo a trascender en el trabajo

Aunque parezca extraño, a algunos trabajadores les aterra que llegue el momento de crecer profesionalmente (aun con todos los beneficios que esto implica). Las causas de dicho temor generalmente es la sensación de que no se tiene el suficiente talento para poder sobrellevar el cargo, o imaginar que una vez alcanzada la meta a la que se deseaba llegar, no se obtendrá la satisfacción y plenitud esperada. La psicóloga Sandra Bravo explica que "un miedo normal surge cuando sé que una situación tendrá consecuencias negativas.

Un miedo muy limitante es el que se manifiesta cuando se desconoce qué es lo que sucederá. Quedarse estático es peor que correr el riesgo de hacer algo más" Bravo considera que la mejor manera de enfrentar este temor es "darse la oportunidad de ir más allá de la zona de comodidad. Nuestras vidas no están limitadas por lo que ya sucedió, sino por lo que soñamos" Por su parte, los psicólogos James y Constance Messina, creadores de la organización Coping, que ofrece manuales para lidiar con los factores estresantes de la vida, afirman en su página web que otra manera de superar este temor consiste en:

• Darle a otros reconocimiento y apoyo para alcanzar sus metas profesionales. Observar una situación externa similar a la que vivimos puede ayudarnos a eliminar los pretextos.

• Visualizar constantemente una vida exitosa donde además de beneficios económicos derivados de un aumento de suelo se alcance la plenitud y la satisfacción personal.

• Realizar una lista de las ventajas que puede ofrecer un ascenso y compararlas con la situa¬ción que se vive en el puesto actual.

• Analizar otros momentos en la vida en que se ha presentado el miedo al éxito y valorar las consecuencias que tuvo no enfrentarlo.

• Cuando el temor llegue es recomendable recordar los retos que generaron temor en el pasado y que, una vez superados, propiciaron una mejor calidad de vida.

Cómo Superar El Miedo A Enfermarse

El miedo a enfermarse se conoce como hipocondría. Las personas que la padecen tienen características específicas, tales como acudir constantemente a consultorios médicos donde explican con extremo detalle cuáles son sus síntomas, suelen tomarse el pulso y la temperatura varias veces durante el día e incluso contabilizan su número de palpitaciones por minuto.

Los hipocondríacos hablan la mayoría del tiempo de las enfermedades que creen tener y expresan sin cesar su miedo a morir. Para Sandra Bravo, "la hipocondría está vinculada a ganancias secundarias. Si un individuo tiene este temor y cuando lo dice la gente que lo rodea le ofrece protección o cuidados, él obtiene beneficios que le satisfacen" La psicóloga manifiesta que un método muy efectivo para combatir este miedo consiste en "enseñarle al hipocondríaco de qué otra manera puede obtener dichas satisfacciones sin la necesidad de autoagredirse. Albergar el temor a enfermarnos nos va a llevar a adquirir algún mal y a vivir sin alegría" Los especialistas aconsejan:

• Promover que quienes experimentan este miedo eviten asistir obsesivamente a consultas médicas o a los hospitales.

• No permitir que la persona hable compulsivamente de enfermedades si no es con su terapeuta o el especialista que lo ayuda a enfrentar sus temores.

• Proponerles aceptar que los médicos sean quienes realicen los diagnósticos. Por más información que tenga el hipocondríaco de un mal, son los verdaderos expertos en el tema.

• Sugerirles que cada vez que los asalte el temor a una enfermedad describan en una libreta sus sensaciones. Esto los alejará del pánico y los ayudará a analizar con objetividad su situación.

• Motivarlos a reinterpretar sensaciones corporales y sentir aquellas que son agradables o neutras. Así, el cuerpo deja de ser un núcleo de dolor y se convierte en un generador de placer.

Procesando el duelo

El duelo, consecuencia de nuestros apegos afectivos, es un acontecimiento vital estresante que tarde o temprano hemos de afrontar todos los seres humanos.

La pérdida y el duelo nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Los investigadores interesados en el proceso del duelo han estudiado muchas cuestiones al respecto, como la descripción y explicaciones sociológicas, los rasgos clínicos de las reacciones normales y patológicas en las distintas edades, sexo y culturas; los programas de prevención, la relación entre el duelo y otras clases de pérdida, así como las diversas formas culturales del luto. Ahora, un reciente estudio muestra empíricamente el curso normal de los sentimientos tras la muerte de una persona allegada.

Quizás por la pérdida de redes sociales y con ellas de muchos de los recursos clásicos, entre los que se encuentran el apoyo de familiares, religiosos, vecinos y amigos, la población en duelo demanda un mayor apoyo sanitario. Es la cara más triste de la individualización de la sociedad. En un estudio realizado en Atención Primaria, presentado en el séptimo Congreso de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos en 2001, los datos revelaron que la tasa anual de consultas al centro de salud resultó ser un 80% mayor entre los que pierden a un ser querido que en el resto de la población. En otros estudios se obtienen resultados similares; en viudas el número de consultas se dispara en un 63% en los seis primeros meses y en viudos se multiplica por cuatro durante los 20 primeros meses.
Estudiando sentimientos

Un grupo de psiquiatras de EEUU ha realizado el primer estudio retrospectivo con 233 personas que habían sufrido la pérdida de un familiar por muerte natural. El estudio, publicado en The Journal of the American Medical Association, ratifica primero las etapas clásicas del proceso de duelo establecidas desde la década de los 60 por el psicoanalista británico John Bowlby y, segundo, la misma sucesión que él apuntaba: la negación es más fuerte al principio del duelo, seguida por la añoranza, la ira y la depresión. A partir de los seis meses, estos sentimientos empiezan a descender y aumenta la aceptación.

Se analizaron las respuestas de los entrevistados seis meses después de la pérdida que, en la mayoría de los casos, era la pareja. Al establecer una media de todos los sentimientos que presentaban, los autores observaron que la aceptación fue significativamente mayor que la añoranza y ésta se daba en mayor medida que la negación, hasta finalizar con la ira. Los investigadores concluyen que la pérdida de un ser querido se acepta más rápidamente de lo que esperaban pero con un gran sentimiento de añoranza.

Para los expertos, en el proceso de duelo, más importante que saber en qué fase está una persona es el hecho de establecer si se ha quedado estancada en alguna de ellas, sobre todo en la negación, por que no permite pasar a la siguiente fase para, progresivamente, desarrollar todo el proceso. Se establece que si dura más de un año es preciso acudir al especialista, pues personas con un trastorno prolongado del duelo suelen presentar alteraciones psiquiátricas, como depresión mayor o estrés postraumático.
Duelo anticipado

Mucho se ha escrito sobre las necesidades del paciente moribundo pero, ¿qué sucede a los familiares del enfermo cuando saben que la muerte está cerca? En la evolución cronológica del duelo hay momentos y fases precisos que, por su peculiaridad, requieren de una atención particular, como sucede en el duelo anticipado (antes del fallecimiento). La posibilidad de intervenir en estas fases se da, sobre todo, con pacientes terminales que permanecen en sus domicilios, como el que ocurre en enfermedades degenerativas.

En una primera fase del duelo anticipado, los familiares presentan un shock emocional, mezcla de sensación de pena y depresión. En la segunda etapa se suele dar un interés por la persona que se irá, lo que permite acabar con situaciones inacabadas, resolver conflictos y sentimientos. La tercera fase es una tentativa para adaptarse a la ausencia del ser querido: se aprende cómo van a ser las cosas sin la otra persona, a asumir la soledad. Los expertos explican que permite cambiar actitudes frente la muerte y la pérdida de la persona.

La fase previa a la muerte de un familiar deja un hondo recuerdo en toda la familia y será uno de los temas reiterativos a la hora de elaborar el duelo. Los profesionales de la salud resumen como objetivo primordial en esta fase cuidar y ayudar a despedirse al enfermo y a la familia. Los expertos están de acuerdo en que en el duelo anticipado la muerte se acepta mejor ya que el mismo proceso de la enfermedad se acepta como una oportunidad para resolver cuestiones pendientes. E incluso, a veces, durante una agonía prolongada los miembros de la familia a menudo finalizan su duelo antes de la muerte real. No es infrecuente que después de una larga agonía la familia experimente cierto alivio al terminar el dolor y la lucha.

Fuente: consumer.es

Depresión postparto en clave masculina

Los hombres muestran signos de depresión postparto en la misma proporción que las mujeres después del nacimiento de un hijo, según un estudio estadounidense

Ellos beben, trabajan y van a ver deportes más de lo habitual y también permanecen más en soledad. Aproximadamente un 20% de los padres primerizos padecen determinados síntomas que se corresponden a la depresión postparto. La evidencia sobre este aspecto en las mujeres es indudable pero hasta este momento los estudios hechos sobre la otra parte de la pareja no reflejaban toda la realidad, probablemente porque las preguntas no eran las adecuadas. Ahora un estudio muestra que el impacto de un nuevo nacimiento puede afectar de la misma manera a ambos progenitores.

Un nacimiento siempre, o casi siempre, es un motivo de alegría pero no está exento de situaciones estresantes. Cuando una madre experimenta sensaciones de agobio, extenuación y cambios de humor que van más allá de las primeras semanas del nacimiento de un bebé, los expertos hablan de depresión postparto. Los cambios hormonales asociados con el embarazo, el incremento de responsabilidad y el estrés se apuntan como posibles causas.

Pero contrariamente a lo que se venía creyendo, las mujeres no son las únicas que sufren este tipo de depresión, ya que también puede afectar a los hombres. Además, la depresión en los padres podría afectar significativamente al niño. Los datos apuntan que cuando alguno de los dos progenitores experimenta depresión postnatal, el hijo tiene tres veces más de posibilidades de tener problemas de conducta: desde problemas emocionales y dificultades en la escuela hasta problemas de salud asociados.
Ellos también sufren

Casi la misma proporción de madres que de padres padecen depresión postparto. Así reza un artículo publicado en Pediatrics en 2006. Aunque se habían realizado estudios anteriores, los resultados no eran estadísticamente significativos. Para este último trabajo, coordinado por James F. Paulson, profesor de pediatría y psicología y ciencias de la conducta del Centro de Investigación Pediátrica de la Escuela de Medicina de Eastern Virginia (EEUU), se han seguido un total de 5.000 progenitores.

Los resultados se extrajeron de un cuestionario y de unas entrevistas en los que se analizaban las interacciones básicas cotidianas, tanto de las madres como de los padres, como prácticas de lactancia y ratos de ocio compartido con el bebé. A una de las conclusiones que llegan los autores es que este tipo de actividades están deterioradas si hay depresión. Según los autores, los pediatras deberían esforzarse en detectar estas situaciones de forma precoz en los dos progenitores.

William Coleman, de la Universidad de Carolina del Norte y presidente del comité de aspectos psicosociales de la salud infantil y familiar de la American Academy of Pediatrics, asegura que la sensación de fascinación tras el parto en los padres puede desaparecer según las circunstancias que envuelvan a la familia. Los padres pueden experimentar tanta o más frustración, ya sea sexual o emocional, al sentirse poco útiles en el grupo familiar. Según este experto, los signos son muy diferentes a los exteriorizados por las madres: ellos beben, trabajan y van a ver deportes más de lo habitual y también permanecen más en soledad.
Diferentes manifestaciones

Un estudio llevado a cabo en la Universidad Hebrea de Jerusalén y publicado en 2005 en The Lancet ya señalaba que la patología no se había detectado antes porque las preguntas que se hacían a los varones eran incorrectas. En este trabajo se examinaba la evolución de casi un centenar de padres desde antes que naciera el primogénito hasta varias semanas después del nacimiento. Las conclusiones a las que llegaba, según el coordinador del estudio Gil Goldzweig, era que un 17% de varones sufren depresión postparto, cifra similar a las mujeres.

En lugar de preguntar sobre sensaciones de tristeza, desdicha o cambios de humor, los expertos hebreos se encaminaban hacia cuestiones sobre frecuencia de relaciones sexuales, ingesta de bebidas alcohólicas, relaciones extramatrimoniales, enfrentamientos con compañeros de trabajo o pareja e imposibilidad de cumplir con los horarios laborales. Según los investigadores, el hombre es reacio a expresar dificultades sobre todo asociadas a sentimientos. La mayoría de ellos relataba una infancia bajo la mirada crítica de un padre estricto y con escasa comunicación entre ellos. Para los hombres, según se extrae del estudio, es mucho más fácil ser padres si la pareja tiene puntos de vista tradicionales relacionados con los roles de cada una de las partes y es más dificultoso en aquellas parejas menos conservadoras, creando ansiedad en el hombre.

Fuente: consumer.es

Ayuda para afrontar una muerte

  • La aceptación de la muerte dependerá de factores personales y sociales
  • Los especialistas destacan la importancia de despedirse del fallecido

Ante el fallecimiento de un ser querido, las personas se ven invadidas por sentimientos de tristeza y dolor. No sólo es una situación normal sino necesaria para poder superar el proceso de duelo o de adaptación a la pérdida. Aunque la mayoría de españoles supera el trauma que supone la muerte de un conocido, cinco de cada 100 necesita ayuda especializada.

Aprovechando unos talleres de formación organizados por las sociedades españolas de Psiquiatría y Atención Primaria (SEMERGEN), médicos de familia y especialistas de la mente han descrito algunas de las características principales del duelo y han destacado la importancia de afrontarlo también desde la consulta.

"Vemos a los individuos desde que nacen hasta que mueren y parece que ahí termina nuestro cometido. Pero no es así. Tenemos una visión del entramado social y familiar de nuestros pacientes, y los parientes siguen acudiendo a nuestras consultas", explica Julio Zarco, presidente de SEMERGEN.

También puede ser útil que el médico acuda al domicilio de los pacientes, especialmente si están afrontando mal el duelo. "En el espacio natural de la vivienda es donde te das cuenta de que no han tirado la ropa del fallecido, que siguen poniéndole un plato para comer...", aclara Zarco.
Fases habituales

"El duelo es un proceso único e irrepetible", afirma José Ángel Arbesú, coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de SEMERGEN. No obstante, se han identificado una serie de componentes comunes.

Las personas suelen sufrir un impacto que dura más si el fallecimiento es imprevisto y se produce una desorganización, que suele acompañarse de desesperación. También puede producirse una negación de lo sucedido, que daría paso a la depresión. Esta última es una fase más realista e indica que se está avanzando de manera adecuada.

La culpa suele aparecer en forma de pensamientos recurrentes u obsesivos, sobre todo si la persona no se ha podido despedir del fallecido (un suicidio o un accidente de tráfico). Los seres queridos puede desarrollar, además, ansiedad, provocada por la incertidumbre que supone enfrentarse a la vida sin esa persona.

Pasado algún tiempo, también puede aparecer ira que suele focalizarse en determinadas personas del entorno o incluso en los profesionales sanitarios involucrados en el cuidado del fallecido.

La aceptación de la muerte constituye la última etapa: la vida se retoma con normalidad. Sin embargo, este colofón no siempre se alcanza. El círculo del duelo queda abierto y por ese hueco se escapan múltiples efectos negativos que podrían requerir ayuda especializada.

"Del 5% de la población que cada año sufre la pérdida de un ser querido, la gran mayoría afronta un proceso de duelo normal que se resuelve con un luto", expone Miguel Roca, psiquiatra del Hospital Juan March (Palma de Mallorca).

La minoría que no logra afrontar correctamente esta muerte suele desarrollar una serie de síntomas patológicos: el tiempo de aceptación se alarga demasiado o se niega lo sucedido; no se retoma el ritmo de vida habitual; se sufren alucinaciones complejas; se acude al médico por temor a padecer la enfermedad por la que murió el ser querido y se establecen conductas anormales (visitar el cementerio continuamente, no retirar los efectos personales del fallecido, etc.).
Factores que influyen en el tipo de duelo

El tipo de duelo viene marcado por los factores personales de cada uno pero también por el entorno familiar y social y las condiciones en las que ha tenido lugar el fallecimiento.

Según Miguel Roca, algunos rasgos de la personalidad pueden resultar determinantes en el desarrollo del denominado duelo patológico. Es el caso de "las personas introvertidas, con dificultades para expresar los sentimientos, tendencia a tener pensamientos obsesivos y problemas para establecer una red de apoyo social". Suelen ser sujetos que, además, tienen más riesgo de sufrir una depresión.

Los rasgos de este cara a cara con la muerte también varían bastante en función de las sociedades, marcadas por su cultura, religión, desarrollo... El doctor Julio Zarco opina que "las culturas orientales, por ejemplo, tienen más asumida la muerte. De hecho, para desdramatizar, se suele hablar sobre ello con los niños. En Occidente, prima mucho la cultura del hedonismo, de huida del dolor, y por eso lo llevan peor".

Este especialista también destaca el papel que representa el velatorio. "Establece y refuerza la red social. Y en él se narran las historias del propio difunto, como si cada uno se lo estuviera contando a sí mismo. Además, tanto los familiares como los propios médicos, deben ver al fallecido para despedirse".
La importancia de ver al fallecido

En cuanto a la importancia de ver a las persona que ha muerto, el presidente de SEMERGEN sostiene que, por ese motivo, "las personas que no encuentran el cadáver de sus familiares desaparecidos no pueden cerrar el proceso del duelo".

Otro de los factores influyentes es el tipo de muerte. Los fallecimientos repentinos o los de hijos dificultan más el proceso de aceptación que, por ejemplo, los de enfermos terminales. En este último caso, los familiares han tenido algo de tiempo para hacerse a la idea.

Además de los trastornos psicológicos, el duelo aumenta la probabilidad de padecer una serie de enfermedades físicas. Tal y como menciona José Ángel Arbesú, "transcurrido un año de la muerte, el riesgo de mortalidad en personas viudas se sitúa en un 50 %".

Los profesionales de la medicina aclaran que el duelo no sólo es fruto de una muerte sino de otro tipo de pérdidas, como una ruptura sentimental, una mastectomía, una invalidez...

Ante todo, se recomienda no tener prisa para superarlo e ir pasando por las distintas fases poco a poco. El médico de familia puede cumplir la función de escuchar, de aconsejar y de promover que la persona afectada exprese sus sentimientos.

Para concluir, los expertos destacan que, debido a que el sufrimiento por la muerte de un ser querido es un sentimiento normal, no se debe promover de manera generalizada el uso de fármacos salvo en los casos que se considere oportuno. "Existe una tendencia a medicalizar procesos normales como el duelo. Sin embargo, el dolor genera tensión en la persona y le sirve para crecer, hace que el ser humano avance", observa Julio Zarco.

Fuente: elmundo.es

La tristeza no es depresión, sino un sentimiento fundamental

El psiquiatra Luis Rojas Marcos ha afirmado hoy que la tristeza no debe confundirse con la depresión, porque se trata de un 'sentimiento fundamental' del ser humano al que tiene que hacer frente en su vida ordinaria.

Durante la presentación del libro 'Hablar y aprender. Conversaciones con mi padre' de la psicóloga Laura Rojas-Marcos, el psiquiatra ha indicado que a pesar de que la depresión es muy frecuente, los niveles de satisfacción de los españoles con su vida es 'muy saludable'.

Esta situación se explica, ha continuado, porque los vínculos personales 'cuentan mucho' y las relaciones ayudan a la persona a superar los problemas.

Rojas Marcos ha explicado que hablar es necesario para que las personas estén conectadas, para crecer y superar las adversidades, 'incluso hablar solo resulta terapéutico'.

De hablar precisamente trata el libro presentado hoy en Madrid, de las conversaciones que la autora -hija del psiquiatra- ha mantenido a lo largo de los años con su padre acerca de temas como la ansiedad, la soledad, la paternidad, la separación y las emociones.

Pero no sólo han sido conversaciones entre padre e hija, sino entre psicóloga y psiquiatra, con las diferencias de planteamiento y enfoque que eso supone, a pesar de que compartan la curiosidad por estudiar los sentimientos y las emociones.

Laura Rojas-Marcos ha asegurado que espera que la 'maravillosa' experiencia de plasmar en un libro la relación con su padre permita a los lectores a identificarse con sus sentimientos, a normalizar sus problemas comunes y a convencerles de que al no estar solos queda la esperanza.

La psicóloga ha dicho que no pretende dar los ingredientes para tener una vida totalmente feliz y sin preocupaciones,porque no sería una aspiración realista, sino ayudar y servir de guía a los lectores.

Sin embargo, ha resaltado la importancia de la conversación, la fuerza de voluntad y la generosidad emocional, cosas que ha aprendido de su padre.

Por contra, la autora ha indicado que la violencia siempre ha de preocupar a la sociedad porque es un 'veneno inaceptable' que hay que afrontar y controlar.

Fuente: terra.es

Trastorno Bipolar

Cerca del dos por ciento de los mexicanos padece trastorno bipolar, según la más reciente Encuesta Nacional de Salud.

Si consideras la palabra algo sofisticada, es lo que antes se denominaba sicosis maniaco-depresiva, pero como el vocablo implicaba algún estado de locura, se cambió el término porque la persona que tiene este trastorno no está loca, aunque en ocasiones lo parezca.

El psiquiatra Víctor Martel, con posgrado en Psicofarmacología en enfermedades depresivas por la Universidad de Sainte-Anne en París, que ha laborado en los hospitales 1º de octubre y 20 de Noviembre del ISSSTE y que actualmente es gerente de Neurociencias en los laboratorios Bristol Myers Squibb, explica que la persona afectada por este mal padece alternadamente episodios de depresión y manía.

Esta última es una euforia excesiva, falta de juicio, hipersexualidad -a veces con actitudes de exhibicionismo-, trastorno del pensamiento, agitación y agresividad.

La forma más grave de la enfermedad es la tipo I, cuando la depresión alterna con manía intensa. En su etapa depresiva profunda, en ocasiones el enfermo puede llegar al suicidio; de hecho, se calcula que un 30 por ciento de ellos tiene este fin.

En la tipo II, los periodos de depresión son más cortos, alternados con manía moderada. Curiosamente los síntomas de este tipo a menudo aparecen en ciertas estaciones del año, por ejemplo, si la depresión se presenta en otoño o invierno, la euforia surge en primavera o verano.

El trastorno ciclotímico es el grado más suave de la enfermedad, los periodos de euforia y depresión son menos intensos, duran pocos días, pero se presentan con bastante frecuencia a intervalos irregulares.

Aunque en ocasiones evoluciona a estados más graves, en otras contribuye a que el afectado alcance objetivos, triunfe en los negocios o en el arte.

No obstante, también puede provocar resultados negativos en el trabajo y la escuela, o que la persona se cambie frecuentemente de casa, que sufra repetidos desengaños amorosos o separaciones matrimoniales y abuse del alcohol y las drogas.

Las mujeres, las más afectadas

Se presenta entre los 10 y 40 años de edad y es mayor la incidencia en mujeres que en hombres, con una proporción de dos a uno.

Tiene una gran carga hereditaria pero se desconoce el defecto genético que la provoca. Aparentemente se produce un desbalance de sustancias químicas en el cerebro conocidas como neurotransmisores (serotonina, noradrenalina y dopamina).

Un neurotransmisor actúa como un mensajero entre las células nerviosas. Su química corporal puede producir el inicio de un trastorno debido a la presencia de otras enfermedades, abuso de sustancias o fluctuaciones hormonales.

Este problema bioquímico hace al paciente más vulnerable a la tensión emocional y física. El uso de sustancias, la falta de sueño o una estimulación excesiva, hacen que los mecanismos del cerebro no trabajen adecuadamente para restaurar el funcionamiento.

El trastorno bipolar es una enfermedad crónica. Controlada, el enfermo es susceptible de integrarse a la sociedad, siempre y cuando el mal se diagnostique en etapas tempranas, pero desafortunadamente a veces se tardan de cinco a siete años en descubrirlo.

¿Cómo detectarlo?

Si percibes en tu familiar o en ti mismo los siguientes síntomas: cambios bruscos en el estado de ánimo, tristeza o alegría excesivas, locuacidad, decaimiento y agitación motora; en casos graves: alucinaciones, escuchar y ver cosas que no existen y rasgos de grandiosidad, por ejemplo: creerse el elegido por Dios para llevar a cabo un fin importante o descendiente de algún personaje.

¿Peor el remedio que la enfermedad?

El trastorno bipolar sólo se controla con medicamentos, los cuales deben tomarse de por vida. Hay que tener cuidado con algunos de ellos porque a veces resulta peor el remedio que la enfermedad por los efectos colaterales que provocan.

Por ejemplo, los antidepresivos a veces conducen a cambios rápidos entre depresión y manía, por lo que los médicos recomiendan usarlos sólo por cortos periodos.

Algunos medicamentos incluso provocan la feminización de los hombres y la masculinización de las mujeres, como los que contienen prolactina, la hormona productora de leche. Otros son inductores de diabetes, hipertensión y colesterol.

Los fármacos ideales para controlar el trastorno bipolar son los estabilizadores del estado de ánimo como los que contienen litio. Este reduce la tendencia a cambios bruscos del humor en un 70 por ciento de los casos y permite a los afectados llevar una vida más o menos regular mejorando su capacidad de trabajo.

Sin embargo, algunos de sus efectos secundarios son: náuseas, temblores, contracturas musculares, diarrea, sed, incremento del volumen de la orina, tendencia a aumentar de peso, acné y psoriasis, entre otros.

Los valores altos de litio en sangre pueden provocar: dolor de cabeza persistente, confusión mental, adormecimiento, convulsiones y ritmos cardiacos anormales. Estos efectos aparecen con mayor frecuencia en personas de edad avanzada.

En los últimos años se han desarrollado nuevos fármacos que constituyen una alternativa al litio, como los anticonvulsionantes carbamacepina y divalproato, aunque el primero puede causar disminución de glóbulos rojos y leucocitos y el segundo, dañar el hígado, sobre todo en niños. Pero estos problemas raramente suceden cuando existe un cuidado médico.

Otro tratamiento es la fototerapia, en particular para los que tienen depresión leve y de carácter estacional.

En este tratamiento se coloca a la persona en una habitación cerrada con luz artificial; ésta se controla para imitar las estaciones del año, días más largos en el otoño y más cortos en el invierno, pero cuidado si la luz es excesiva, el paciente puede llegar a sufrir daño ocular, por lo que esta terapia debe ser supervisada por un especialista.

Fuente: soyentrpreneur.com

Las malas relaciones deterioran el corazon

  • Un estudio revela que se puede morir por amor.
  • Peleas, críticas y otro tipo de conflictos aumentan en un 34% el riesgo de padecer ataques cardíacos o dolor de pecho.

Ha sido el tema tanto de novelas románticas como de exitosas películas y los médicos lo sospechaban desde hace mucho tiempo: un estudio con 9.000 británicos ha revelado que es posible morir por amor.

La investigación, publicada en Archives of Internal Medicine, reveló que el estrés y la ansiedad que generan las relaciones hostiles puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.

"La condición cardíaca de una persona parece estar influida por las relaciones íntimas negativas", escribieron los autores. "Mostramos que los aspectos negativos de las relaciones cercanas (...) están asociadas con la enfermedad coronaria".

Otras investigaciones han demostrado que más conexiones sociales pueden implicar una vida más sana, un "efecto protector", pero pocos estudios observaron cómo las relaciones íntimas o los matrimonios pueden afectar la salud, dijo Roberto De Vogli, epidemiólogo del University College de Londres, quien dirigió el estudio.

Los expertos analizaron a personas que completaron cuestionarios sobre los aspectos negativos de sus relaciones, los cuales incluían a un esposo o esposa o a un amigo cercano, entre 1989 y 1990 o entre 1985 y 1988.

El equipo realizó un seguimiento de más de 12 años y halló que las personas que decían sufrir peleas, críticas y otro tipo de conflictos solían tener un 34% más de riesgo de padecer ataques cardíacos o dolor de pecho.

"Si una persona está rodeada de buena gente es bueno para su salud", señaló De Vogli.

Fuente: 20minutos.es

La psicoterapia alivia la depresión posparto

Cualquier terapia psicosocial puede aliviar los síntomas de la depresión posparto y las mujeres que eligen recibirla superarían la situación mejor que aquellas sin ayuda alguna, indicó una revisión de estudios.

Gran cantidad de mujeres sienten depresión leve y pasajera, o "baby blues", después del parto, mientras que otras (alrededor del 13 por ciento) desarrollan un trastorno posparto más grave, precisó el equipo dirigido por la doctora Cindy-Lee Dennos, de la University of Toronto.

Aunque los antidepresivos pueden aliviar la depresión, el 50 por ciento de las nuevas madres evitan tomarlos.

"Existe otro tratamiento efectivo además de los fármacos, en especial para las mujeres con depresión moderada o leve o que están amamantando", dijo Dennis a Reuters Health.

El equipo revisó nueve estudios sobre 956 mujeres para estudiar la efectividad de distintos tipos de tratamientos no farmacológicos para la depresión posparto.

Los autores hallaron que, a diferencia de los cuidados posparto habituales (lo que tenía distintos significados en los estudios) o de ningún cuidado especial, todo asesoramiento psicosocial o psicológico para tratar la depresión posparto reducía el riesgo de seguir sufriéndola durante el primer año después del parto.

Los resultados aparecen en la revista The Cochrane Library.

"La depresión posparto aparece dentro de las 12 primeras semanas", explicó Dennis, aclarando que pasa especialmente en las mujeres sin apoyo del padre del bebé, una pareja, la familia u otra mujer con hijos.

Para la experta, las nuevas madres que pasen más de dos semanas con emociones sin control, llanto, ansiedad, alteración del apetito o del sueño más allá de los horarios del bebé, falta de interés o placer en la mayoría de las actividades, desconcentración, sensación de inferioridad o culpa excesiva, deberían pedir ayuda.

Todas las intervenciones incluidas en la revisión, salvo una telefónica, estaban a cargo de profesionales de la salud.

La mayoría incluía asesoramiento cara a cara, como la resolución guiada de problemas, la terapia cognitiva-conductual, el asesoramiento de salud mental ambulatorio y el apoyo de pares.

Por lo pronto, el equipo pide interpretar con cuidado los resultados de esta revisión debido a la reducida cantidad de ensayos analizados y la falta de intervenciones bien diseñadas.

Por otro lado aún se desconoce la efectividad de estas terapias a largo plazo.

Según los autores, es poco probable que una sola terapia sea tan efectiva para todas las mujeres, por lo que se necesitan más estudios para obtener conclusiones definitivas sobre las intervenciones para tratar la depresión posparto.

Fuente: buenasalud.com

La depresión y el estrés afectan a la mitad de los jóvenes

Según el estudio, las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir ese tipo de trastornos.

Cuatro de cada diez jóvenes argentinos aseguraron sentirse faltos de energía, tres de cada diez dijeron estar estresados y dos de cada diez afirmaron que son víctimas de la depresión.
Los datos se desprenden de una encuesta realizada por la consultora TNS Gallup, que destacó que esos números aumentan entre las mujeres.

En ese sentido, se indicó que mientras un 27 por ciento de los hombres jóvenes mencionó haber padecido estrés, un 36 por ciento de las mujeres declaró lo mismo.
Además, en cuanto a la falta de energía, las mujeres llevan la delantera con un 45 por ciento contra un 36 por ciento de los varones.

Según el estudio, la misma situación se da para la depresión: es más frecuente entre el género femenino (22 por ciento) que entre el masculino (13 por ciento).
La encuesta -que incluyó mil entrevistas- reveló como dato preocupante que la mitad de los jóvenes encuestados admitió haber experimentado alguna de las tres dolencias (estrés, falta de energía o depresión) en los últimos doce meses.

No obstante, Irene Melamed, coautora del capítulo de adolescencia de las Guías para la Supervisión de la Salud de Niños y Adolescentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, advirtió que cuando se realizan investigaciones relacionadas con el estrés "hay que ser muy precisos para definirlo", debido a que en ocasiones el término no se utiliza correctamente.

Los trastornos más frecuentes

El sondeo puso de relieve que tanto el estrés como la falta de energía son los trastornos más frecuentes cuanto mayor es el nivel socioeconómico, mientras que la depresión afecta en mayor medida a los niveles extremos -alto y bajo-.
El estudio, que se realizó también en otros cuatro países de América latina (México, Guatemala, Chile y Brasil), encontró un patrón común en todos los estados anímicos estudiados: las mujeres son más vulnerables que los hombres.

Casi la mitad de ellas afirma haber padecido de estrés (50 por ciento) y desgano (52 por ciento) en los últimos 12 meses (en comparación con un 41 por ciento y 36 por ciento entre los hombres).

La brecha aumenta cuando se trata de la depresión: un 27 por ciento de las mujeres declararon sufrirla, una proporción que prácticamente duplica a la de los hombres (15 por ciento).

Fuente: eltribunosalta.com.ar

Los solitarios son más propensos a tener enfermedades y a morir jóvenes

Los solitarios, más expuestos a tener enfermedades.

La investigación, realizada sobre 22.000 genes, sugirió que las personas solitarias tenían niveles poco saludables de inflamación cardiovascular.

Ciertos patrones genéticos pueden desencadenar una anormal producción de anticuerpos o producir daños en células sanas.

El impacto biológico de la soledad puede influir en nuestros procesos internos más básicos.

Las personas solitarias están expuestas a tener más enfermedades y a morir jóvenes, ya que su sistema inmune tiene ciertos patrones genéticos que pueden desencadenar una anormal producción de anticuerpos o producir daños en células sanas.

Según el biólogo molecular de la Universidad de California, Steve Cole, que ha realizado un estudio sobre el ADN de personas solitarias y aisladas socialmente, "el impacto biológico de la soledad puede influir en nuestros procesos internos más básicos".

La investigación, realizada sobre 22.000 genes, sugirió que las personas más solitarias tenían niveles poco saludables de inflamación cardiovascular, la antesala de enfermedades cardíacas y arteriales, Alzheimer y otras dolencias.

El siguiente paso es ver si estos síntomas pueden ser tratados. Y en este punto los expertos no se ponen de acuerdo, ya que no saben que medicamento aplicar a una serie de enfermedades que pueden tener su origen en trastornos genéticos.

Como afirma John Cacioppo, profesor de psicología en la Universidad de Chicago (en inglés), "tal vez podemos darle a estas personas aspirinas para prevenir posibles ataques cardiacos y apoplejías, pero, ¿estamos curando su enfermedad?".

Fuente: 20minutos.es

La depresión, en aumento

Hasta un 10% de la población española sufre depresión y es la principal causa de baja laboral

Bajo el lema Entre todos podemos superar la depresión se ha celebrado recientemente, y de forma simultánea en varios países, el Día Europeo de la Depresión para sensibilizar a la población y hacer un llamamiento a los organismos pertinentes de la falta de recursos para hacer frente a esta enfermedad, que está llamada a ser la segunda causa de incapacidad mundial del siglo XXI. En el marco de esta jornada, especialistas y asociaciones de afectados pretenden promover estrategias para hacer frente a los dos retos más importantes en depresión: el diagnóstico y el incumplimiento terapéutico.

Por cuarto año consecutivo y de manera simultánea en varios países, entre los que figuran Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Italia, Austria, Francia y España, sectores de atención primaria de salud, especialistas en salud mental y asociaciones de pacientes se unen para divulgar el impacto de la depresión y promover los recursos necesarios para hacerle frente. Actualmente, esta enfermedad, el trastorno mental más prevalente, está considerada como crónica con una alta tasa de recurrencia a lo largo de toda la vida.
Día para la reflexión

Esta jornada, que pretende ayudar a la concienciación social, está promovida por la European Depression Association (con sede en Bruselas). Ha contado con el apoyo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) además de las sociedades de Psiquiatría y Psiquiatría Biológica, asociaciones de familias de pacientes con depresión y la asociación Alianza para la Depresión, entre otras.

La depresión, que suele describirse como el hecho de sentirse triste, melancólico o infeliz, puede aparecer alguna que otra vez durante períodos cortos. Sin embargo, la verdadera depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período prolongado. Por la importancia del cuadro clínico, desde asociaciones y sectores profesionales se insiste en que es esencial disponer de información actualizada y adecuada sobre esta enfermedad.
Estado del problema

Con 120 millones de personas en el mundo que sufren depresión, el problema presenta dimensiones significativas. Según los últimos datos que ha hecho públicos la Organización Mundial de la Salud (OMS) se espera que en 2020 la depresión sea la causa principal de discapacidad en todo el mundo, solamente superada por las enfermedades cardiovasculares. Un 14% del conjunto de la población española sufre o sufrirá depresión en algún momento de su vida, y afecta más a mujeres, con un 18%, que a hombres (10%), aunque en ellos el cuadro presenta más gravedad. Además a ello hay que añadir lo que señalan los últimos datos disponibles: pese a que ellas hacen más tentativas de suicidios, ellos se suicidan más.

Se suele tardar unos diez años de media en dar el diagnóstico certero, ya que suele asociarse a otras enfermedades físicas por los síntomas que presenta, que pueden ser cansancio físico, pérdida de apetito o cefaleas, entre otros, y solamente están bajo control médico y con tratamiento el 25% de los pacientes afectados. Los datos revelan que sólo el 10% de las depresiones son graves. Se estima que el coste total de la depresión en España asciende a unos 745 millones de euros anuales, de los que sólo el 15,9% corresponde al gasto en medicamentos.

En un reciente estudio, realizado por la OMS con más de 24.000 personas de 60 países, se desprende que entre el 9% y el 23% de los afectados de una enfermedad crónica padece, además, depresión. El trabajo, publicado en The Lancet, también señala que la combinación de depresión con alguna enfermedad crónica es más perjudicial que el hecho de padecer dos o tres enfermedades crónicas de forma simultánea.

Incumplimiento terapeutico

La eficacia de los antidepresivos es del 90% si no hay abandono por parte del paciente. Sin embargo, los datos no son prometedores: entre un 40% y un 60% de los pacientes tratados no sigue el tratamiento. Los expertos apuntan a que a mayor gravedad de la enfermedad depresiva, mayor incumplimiento del tratamiento. Luchar contra el incumplimiento es uno de los grandes retos de la psiquiatría actual. La falta de adherencia terapéutica a la prescripción médica tiene graves consecuencias, tanto a nivel individual como familiar además de socioeconómico.

Ineficacia del tratamiento, cronificación de la enfermedad depresiva, aumento del riesgo de toxicidad hepato-renal y, sobre todo, disminución de la calidad de vida con cada nuevo episodio de depresión son algunas de las consecuencias de no seguir adecuadamente el tratamiento. Es tan importante el hecho de no seguir el tratamiento prescrito que incluso se han documentado casos de fármacoresistencia a los antidepresivos.

Los expertos están de acuerdo que para conseguir una buena adherencia es vital obtener la cooperación del paciente y reforzar la idea de enfermedad crónica, explicando los posibles efectos secundarios y de las medidas para atenuarlos junto a un apoyo psicológico para mejorar la tolerancia. Del mismo modo, el apoyo de la familia es primordial. Buscar su colaboración mediante una información adecuada sobre pronóstico, tratamiento y prevención de recaídas ayudará a la buena evolución del paciente.

Fuente: consumer.es

4 de octubre. Día Europeo de la Depresión 2007

La colaboración interdisciplinar y una visión optimista para superar la enfermedad, claves en la lucha contra la depresión.

“Entre todos podemos superar la depresión”, lema elegido para este año.

Aumentar el grado de conciencia respecto a las consecuencias de esta enfermedad y promover las estrategias necesarias para disminuir su creciente progresión son los objetivos de la celebración del Día Europeo de la Depresión (DED), que tendrá lugar mañana jueves 4 de octubre, según ha explicado el Dr. Juan Manuel Mendive, en rueda de prensa, en la que además ha destacado la importancia de contar con esta jornada de reflexión internacional.

“El lema del DED de este año, Entre todos podemos superar la depresión, pretende enfatizar dos aspectos relevantes: la importancia de la colaboración interdisciplinar y, sobre todo, el hecho de que es un llamamiento al optimismo para que los pacientes sepan que la depresión tiene solución, y que con el esfuerzo de todos puede superarse”. Para conseguirlo, añadió el Dr. Juan Manuel Mendive, médico de familia en Barcelona y responsable de esta celebración en España, “debemos resaltar la importancia de la notable repercusión positiva de las familias y los entornos sociales en la adecuada progresión y recuperación del paciente con depresión.” Asimismo, para garantizar una adecuada estrategia en el manejo de la depresión, “es necesario que no se banalice su significado ni se asimile a la presencia de cualquier pena o tristeza”.

Según ha explicado el Dr. Mendive, un reciente estudio de la OMS, publicado en la revista Lancet, mantiene que la depresión es más perjudicial para la salud que algunas enfermedades crónicas, como el asma, la diabetes, la artrosis o la angina de pecho. Este estudio, llevado a cabo con más de 240.000 personas de 60 países, ha demostrado que entre el 9 y el 23% de las personas con una dolencia crónica además tenían depresión. Asimismo, ha probado que la combinación de depresión con alguno de los padecimientos crónicos es mucho más perjudicial para la salud que sufrir dos o más de las cuatro enfermedades citadas.

La depresión afecta al 10% de la población y constituye una de las principales causas de baja laboral en nuestro país. A nivel internacional, la depresión afecta a 121 millones de personas y es la causa del suicidio de un millón de individuos al año en todo el mundo.

Por su parte, el Dr. Jerónimo Saiz, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y miembro del comité asesor del DED en España, ha llamado la atención sobre la prevalencia de esta enfermedad, “que llega a afectar, según un reciente estudio, al 14% de las personas a lo largo de su vida: un 10% de hombres y un 18% de mujeres”. Según ha explicado en su intervención, existen diversos factores que pueden condicionar el padecimiento de la depresión, y “las mujeres están sometidas a una serie de factores biológicos que contribuyen a una mayor sensibilidad para tener una depresión”. Existe una clara necesidad de poder realizar un diagnóstico adecuado de la enfermedad y un tratamiento correcto, el cual debe afrontar tanto la vertiente psicológica como la farmacológica. “Además, también hay diferencias sobre el tipo de depresión que afecta a las mujeres, que, en general es una forma más leve que en los varones y que puede ser tratada en el entorno de la Atención Primaria de Salud”.

En relación con el suicidio asociado a la depresión ha explicado que “aunque las mujeres generalmente cometen más tentativas de suicidio, los hombres se suicidan más”.

Por su parte, Jaime Smith, presidente de Alianza para la Depresión, defendió “la necesidad de impulsar los grupos de autoayuda de pacientes con depresión como una estrategia terapéutica más, conjuntamente con el tratamiento farmacológico y el psicológico”. Según ha afirmado Smith, este tipo de iniciativas ha tenido tradicionalmente más arraigo en otros países y, a través de las vivencias experimentadas en las reuniones de estos grupos, en muchos casos “los pacientes pueden volver a conseguir una funcionalidad adecuada y un total restablecimiento y curación”.

El Sr. Smith resaltó “la importancia que pueden desempeñar las familias de los pacientes con depresión en todo el proceso terapéutico”, y la necesidad de coordinar esfuerzos internacionales, como la iniciativa del DED, y la trascendencia de los estudios de la OMS que han podido calibrar el gran alcance de esta auténtica epidemia”.

Precisamente, el terrible impacto de este padecimiento ha sido reconocido por la OMS, que ha llegado a estimar que para el año 2020 la depresión será la segunda causa de morbilidad, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares. Esta valoración de la OMS fue el germen impulsor de la iniciativa del DED, promovida desde el año 2004 por la European Depression Association, una asociación internacional constituida en Bruselas, con representantes de entidades de varios países europeos, como Bélgica, Inglaterra, Dinamarca, Italia, Austria, Francia y España.

En nuestro país, el DED recibe el apoyo de las Sociedades Científicas de los médicos que trabajan en Atención Primaria (semFYC, SEMERGEN y SEMG), así como de las Sociedades de Psiquiatría y Psiquiatría Biológica. También las asociaciones de familiares de pacientes con depresión y la asociación Alianza para la Depresión han colaborado desde el comienzo con esta iniciativa, que pretende ser el auténtico referente para la ayuda de los pacientes que sufren depresión.

El Día Europeo de la Depresión 2007 cuenta con la colaboración de la Compañía farmacéutica Lilly, empresa que viene colaborando tradicionalmente en este campo de la salud, y que se encuentra especialmente sensibilizada por la carga social asociada al padecimiento de la depresión.

Fuente: discapnet.es

Depresión es 'enfermedad más grave a la que nos enfrentamos'

La depresión es 'la enfermedad más grave a la que nos enfrentamos' los profesionales de la salud, aseguró hoy el psicólogo experto en ansiedad y estrés Ricardo Ros, con motivo de la celebración mañana del Día Europeo de la Depresión, un trastorno que en España sufren unos seis millones de personas, entre el 10 y el 15% de la población.

Ros, autor del libro 'Stop a la ansiedad' y editor de un portal de Internet sobre Programación Neurolingüística, aseguró en un comunicado que, hasta ahora, la persona deprimida 'era acusada de tener un carácter débil', pero 'ahora la gente está concienciada que es una enfermedad que necesita un tratamiento adecuado'.

Una persona con un episodio depresivo, explicó, es aquella que al menos durante dos semanas ha sentido un empeoramiento claro en su estado, con una pérdida de interés en actividades placenteras y con un nivel de autoestima muy bajo.

Muchas veces, estas personas se quejan de dolores físicos o molestias en lugar de referirse a sentimientos de tristeza, pero 'lo que realmente desean es que se les escuche', señaló el psicólogo.

Ros destacó que la depresión es ya la segunda causa de baja laboral en España y sobre todo afecta a colectivos como los de la sanidad o la enseñanza, ya que, a la fatiga psíquica, 'muchas veces se le tiene que añadir la frustración ante la falta de logros'.

A este tipo de pacientes, dijo Ros, hay que eliminarles ese 'sentimiento de inutilidad', porque provoca evaluaciones negativas que no resultan realistas, ya que 'malinterpretan los acontecimientos y los emplean como prueba de sus defectos personales'.

El psicólogo afirmó que la depresión no tiene un desencadenante claro, ya que, por un lado, puede deberse a una causa endógena provocada por factores genéticos o errores en la metabolización de algunos neurotransmisores neuronales y, por otro, puede ser causada por la reacción a un entorno depresivo, una experiencia traumática o una pérdida afectiva.

El tratamiento ante causas endógenas se basa en el uso de medicamentos, pero con las reactivas no son necesarios y una terapia adecuada con un psicólogo es suficiente, un hecho, aseguró Ros, que 'es desconocido por la población y, como consecuencia, el abuso en el consumo de antidepresivos y tranquilizantes es cada día mayor'.

Según datos del Ministerio de Sanidad, en España se triplicó el consumo de estos medicamentos entre 1994 y 2003, al pasar de 7,2 a 21,2 millones en el caso de los antidepresivos, y se duplicó en el caso de los tranquilizantes, al aumentar de 22,5 a 38 millones.

Ros subrayó que los datos actuales en España se desconocen, pero en Francia las autoridades sanitarias 'están alarmadas', porque ya alcanzan los 65 millones, 'algo insólito', resaltó.

Fuente: terra.es

Diabetes Y Depresion

Las investigaciones recientes han mostrado que las personas con diabetes tienen el doble de tasa de depresión que las personas sin diabetes. De hecho, tanto como una de cada tres personas con diabetes también tienen síntomas de depresión. La depresión está asociada a un mal control de la diabetes debido a que cuando esta se padece, no se lleva adecuadamente el plan nutricional y hay poco cumplimiento en la toma de los medicamentos.

El estrés emocional está asociado con la elevación del azúcar en la sangre y mayores riesgos de complicaciones para la diabetes. En estos pacientes se vio que la mejoría de la depresión se tradujo en mejor control de la diabetes y mejor calidad de vida. También se observó que las personas con diabetes tienen dos veces más posibilidades de tener depresión comparadas con la población general. De los participantes en este estudio se encontró que el 11% tenía depresión mayor y el 31% tenía síntomas de depresión. Las mujeres con diabetes tenían más depresión que los hombres con diabetes, un patrón que refleja la depresión femenina en la población general. Esto quiere decir que cerca de una de cada tres mujeres tenía depresión.
Este estudio, en réplica a otras investigaciones, no deja duda de que la depresión está asociada a la diabetes. Lo que no queda claro es de qué manera la interacción compleja de los factores genéticos, físicos y psicológicos afectan a esta asociación. La depresión puede ocurrir debido al impacto emocional del avance de la diabetes o las anormalidades de los neuro químicos o función de los neurotransmisores.

En las personas con diabetes preexistentes, la depresión es un factor de riesgo independiente para sufrir una enfermedad coronaria cardiaca. Los autores de este estudio concluyen que se necesitan más investigaciones para identificar los mecanismos fisiológicos y conductuales que cuentan para estos hallazgos. El mensaje es que la persona con diabetes tiene mayor riesgo de padecer depresión y que para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos, es necesario que conozca este riesgo y acuda a su médico.

El diagnóstico de depresión en este tipo de pacientes (diabéticos) resulta difícil ya que las manifestaciones físicas como fatiga, hiporexia, trastornos cognoscitivos como las alteraciones de la memoria causadas por la misma depresión, se superponen a las de diabetes descontrolada. En caso de incertidumbre diagnóstica, una segunda valoración del estado psicológico cuando las cifras de glucemia se han normalizado, suele ser decisiva.

Fuente: depresion.psicomag.com

Incremento espectacular de la depresión bipolar en los niños

La cifra de niños y adolescentes que sufren depresión bipolar se ha incrementado de forma espectacular entre 1994 y 2003, con un aumento que la doctora Carmen Moreno, de la unidad de Adolescentes del hospital universitario Gregorio Marañón, cifró en un 4.000%. El estudio, que fue presentado en el XI Congreso Nacional de Psiquiatría, pone de relieve que la definición de la enfermedad se complica a medida que disminuye la edad del paciente debido a que los niños aún no han desarrollado sus emociones cognitivas. Entre los síntomas que presentan los más jóvenes están la irritabilidad, disminución del entendimiento escolar y falta de concentración.

El doctor José Manuel Crespo, del hospital de Bellvitge de Barcelona, explicó que la mayor parte de los pacientes adultos presentan esta patología, el 60%, sufren episodios de melancolía mientras que el 26% se consideran depresivos atípicos. Las estadísticas confirman que el suicidio puede llegar a consumarse en el 20% de los casos y que la mayoría de los enfermos diagnosticados se caracterizan por su juventud.

Por otra parte, la doctora Carmen Moreno, del hospital Gregorio Marañón, cuestionó que los criterios clínicos que se están utilizando en Estados Unidos en el diagnóstico del trastorno bipolar, de los que se deduce un impresionante aumento en la población infantil, se correspondan con la realidad o más bien con un sobrediagnóstico.

Fuente: elcorreogallego.es

La depresión postparto se transforma en violencia

Parecen ‘bolitas de algodón’ y, sin embargo, a los pocos días del nacimiento ya son capaces de reconocer la presencia de su madre. Los bebés son extremadamente sensibles a determinados estímulos como las voces, la forma de contacto, etc. Ahora, se vuelve a demostrar que lo que ocurre en los primeros meses de vida es crucial para el desarrollo posterior del niño, pues según un estudio los hijos de mujeres que tras el parto han tenido una depresión son más propensos a ser violentos en su pubertad.

Seguramente que los padres sean los que mejor entiendan los resultados de este estudio donde se relaciona la depresión post-parto con un riesgo elevado de desarrollar un comportamiento violento en la pubertad. Y es que son muchas las madres que comprueban cómo los recién nacidos se ponen nerviosos cuando ellas lo están. Además, existen múltiples teorías donde se explica la importancia de un entorno sano durante el embarazo y en los primeros meses de vida.

Para comprobar el impacto de la depresión postparto en el hijo, investigadores de la Universidad de Cardiff (Inglaterra) llevaron a cabo un estudio con 122 familias que vivían en dos comunidades del sur de Londres.

Las madres fueron entrevistadas durante el embarazo, a los tres meses del parto y cuando su hijo tenía uno, cuatro y 11 años. También se realizaron cuestionarios sobre los síntomas violentos en la pubertad a las madres, profesores y niños.

Tras analizar los datos, se observó que la mayoría de los niños no eran violentos. Sin embargo, aquellos cuyas madres habían estado deprimidas durante los meses posteriores al parto eran más violentos, especialmente si la depresión tuvo lugar en los tres primeros meses tras el parto o al menos una vez después del nacimiento.

La relación entre la depresión post-natal y la violencia a los 11 años de edad fue asociada con niños que presentaban problemas en la ragulación de su atención y emociones, según el estudio. Los pequeños de madres deprimidas estaban también enfadados y distraídos a esa edad y esas tendencias fueron relacionadas con su propensión a la violencia.

Los resultados de éste y otros estudios similares dejan claro que el estado mental de la madre después del parto es un factor de riesgo fácilmente identificable para el desarrollo intelectual y social del niño, según explican los autores del estudio publicado en la revista ‘Developmental Psychology’.

“Aunque parece que la violencia no es un inevitable resultado de la depresión post-parto, está claro que hay más tendencia bajo condiciones de adversidad continuadas. Una temprana y recurrente exposición a la depresión maternal pone a los niños en riesgo de desarrollar conductas violentas”, concluyen.

Fuente: cristianos.com

Depresión Infantil aumenta mientras adultos disminuyen casos

La depresión, el estrés y la angustia no solamente pertenecen al mundo de los adultos, también están presentes en el de los niños, pero en la mayoría de las ocasiones es minimizado, incomprendido o simplemente desconocido, por ello los menores no reciben la atención adecuada y oportuna.

El 10% de las consultas del Servicio Estatal de Salud Mental, son otorgadas a este grupo poblacional, lo que representa que los niños cada vez están más inmersos en este complejo mundo.

De acuerdo con especialistas, la depresión y el estrés en los niños es más evidente en la etapa escolar, principalmente al inicio de clases, o por lo menos los síntomas son más constantes.

El 4% de la población estudiantil, que inicia un ciclo escolar, manifiesta algunos problemas de adaptación a su etapa formativa, los cuales se traducen hasta rechazo a la escuela.

Al respecto, Félix Higuera Romero, director General del Servicio Estatal de Salud Mental, indicó que es importante identificar las señales que expresa el niño, tanto en la escuela como en la casa, sobre las dificultades de adaptación y que se traducen en preocupación excesiva, temores, miedos y angustia anticipada.

INICIO DE CLASES, EL MAYOR TEMOR

La depresión puede ocurrir y presentarse a lo largo de la vida, identificarse desde un niño lactante y las señales son el rechazo al alimento, llanto incontrolable, dificultad para arrullarse e inclusive inestabilidad en sus ritmos biológicos como el sueño o la capacidad para percibir las señales afectivas y expresar reciprocidad ante éstas.

En la etapa preescolar existen otros signos de estado de ánimo depresivo, aunque sigue predominando la irritabilidad, el llanto y quizás el rechazo al alimento, anotó el funcionario médico.

Sin embargo, son pocos los casos que podrían identificarse como depresión, tendría que ser un experto para lograrlo, consideró Higuera Romero.

"Los papás pueden identificar resistencia del niño a entrar a la escuela, rechazo escolar, expresar cansancio, agotamiento, dolor de cabeza y estomago o algún malestar en general, estos signos a veces se atribuyen al peso de la mochila y provocan dolor de espalda", argumentó.

En el salón de clases, el niño presenta dificultad para poner atención, estar concentrado, iniciar o dar continuidad a la tarea que el profesor le ha dejado.

"Entre los factores que también se contemplan en el niño, que recién se incorpora a las actividades escolares, son enfrentarse a los mismos o nuevos compañeros de clases, hacer nuevas amistades, perder amigos, estar sometidos a un reglamento al que no están acostumbrados (principalmente quienes estaban en kinder),cambiar de escuela y de grado", recalcó.

Estas situaciones son el resultado de un prolongado período de relajación de la disciplina, es decir, durante vacaciones, porque hay una modificación del ritmo biológico de dormir y en los hábitos alimenticios.

"Con el inicio de clases viene la reincorporación a los hábitos rutinarios escolares como levantarse más temprano, bañarse y cambiarse en un tiempo muy breve, además, la situación se complica si hay dos o tres hermanos más, porque los padres de familia deben apresurar a sus hijos para que terminen rápido", abundó.

ES PASAJERO, PERO REQUIERE ATENCION

Estas manifestaciones son pasajeras, pero es importante advertirlas para evitar otro tipo de trastornos emocionales como ansiedad, miedos o fobias específicas como hablar en público, exponer frente a clases y angustia demasiado excesiva.

"Si los padres están identificando que el niño está demasiado angustiado o temeroso deben dedicarle un tiempo suficiente y escucharlo para conocer cuál es su versión, percepción o interpretación que tiene de él mismo y del entorno escolar en donde está involucrando", detalló.

Cuando los padres de familia conocen los miedos y temores deben proporcionar al niño confianza, seguridad y sobre todo hacerles ver que contarán con ellos cuando los necesiten, puntualizó Félix Higuera.

Muchos padres no toman en consideración que es muy importante el enseñarle a sus hijos a solicitar ayuda cuando así la necesiten. Si el niño no solicita ayuda, puede ser que el problema se mantenga durante el transcurso del tiempo, no se identifique como tal o se tome como problema de conducta, disciplina o desobediencia.

Fuente: oem.com.mx

Diabetes causa menos daño que la depresión

Ocho de cada diez personas que son atendidas en el Servicio de Psiquiatría de los hospitales del Seguro Social y Abel Gilbert Pontón (del suburbio), de Guayaquil, sufren de depresión.

La cifra refleja solo una parte de la realidad, pues según coinciden los especialistas, estos datos se suelen registrar poco.

Según Gustavo Ramírez Amat, responsable del Servicio de Psiquiatría del Hospital Abel Gilbert Pontón, adonde son derivados los pacientes de los centros de salud públicos, el 80% de las 200 personas que acuden a consulta externa cada mes padecen depresión.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la depresión es más perjudicial para el organismo que enfermedades crónicas como la diabetes, angina de pecho, la artritis o el asma.

A esta conclusión se llegó luego de una investigación realizada con 245.404 pacientes de varios países.

A diferencia de enfermedades crónicas como la diabetes o artritis, la depresión se considera altamente peligrosa porque además de afectar la salud puede llevar al suicidio a quien la padece.

Este mal también afecta el entorno laboral y familiar y puede ocasionar un desperdicio de recursos médicos, “pues al no detectarse a tiempo tras varias consultas médicas el psiquiatra es el último en atender al paciente depresivo”, afirma Ramírez.

La enfermedad puede llegar a estados críticos y en algunos casos se requiere hospitalización para evitar que la persona ponga en riesgo su vida. “Si la depresión no es atendida a tiempo va avanzando y va dañando estructuras del cerebro como el hipocampo, lo que altera la memoria o puede provocar la demencia”, explica Rocío Álvarez, psicóloga clínica del hospital psiquiátrico Lorenzo Ponce.

Álvarez comenta que cuando el mal ha avanzado se llega a internar a los pacientes.

La especialista comenta que solo en el pabellón donde ella labora se registra entre 10 y 20 pacientes por mes hospitalizados y de ellos el 20% se trata de casos de depresión.

De unos diez mil pacientes que el centro médico atiende al año, entre el 20 y 40% son de personas deprimidas.

Lo preocupante es que la cifra tiende a aumentar en forma progresiva entre los niños y los jóvenes, índice que se ha acelerado por la emigración entre el 2002 y el 2004, agrega.

La opinión es compartida por la psicóloga clínica Mónica Yánez, cuyo trabajo está orientado a la asistencia a niños con problemas depresivos. La médico afirma que la mayoría de los casos de depresión infantil se presentan en niños, hijos de padres emigrantes. De los casos que ella trata, entre el 50 y 70% son chicos con depresión.

BÚSQUEDA DE APOYO
Hay personas que prefieren buscar ayuda a través de una llamada telefónica y recurren a centros como Línea de Confianza, en donde de las 20 a 30 llamadas diarias que se reciben, el 50% son por depresión.

David Aguirre, uno de los cinco psicológos clínicos del centro que funciona desde hace diez años, cuenta que el problema de la depresión en las personas se incrementó desde la crisis financiera de 1999 que llevó a la dolarización de la moneda y a partir de esa fecha se incrementaron en el 300% los casos de personas deprimidas.

Estrés, la causa principal
“El estrés sostenido que no se resuelve puede ser un factor fundamental o el que ocasiona una perturbación en el metabolismo de sustancias neurotransmisores y eso lleva a la depresión, explica el psicólogo Ramírez, del hospital Guayaquil.

El segundo más importante es el genético y se piensa que la contaminación por radiación electromagnética puede ser otra causa, pero no está demostrado, afirma.

En la depresión, un trastorno de carácter bioquímico, hay una serie de sustancias denominadas neurotransmisores como la serotonina, la adrenalina, que están implicadas en el trastorno de carácter depresivo, lo que ocasiona la modificación en el cambio de metabolismo de esas sustancias, que está en investigación.

Tratamiento
Los especialistas destacan como importante que tanto la cuidadanía en general como el propio personal médico deben tener en cuenta que la depresión se trata de un problema de salud, de una enfermedad.

“Cuando se ve un paciente depresivo no cabe el famoso ‘supérate’, ‘recupérate’ o ‘pon de tu parte’ porque no se trata de eso. Lo único que puede sacarlo es el tratamiento adecuado, que implica básicamente atención con medicamentos y en cierto tipo de depresión, cuando ya son casos un poco crónicos, es necesario un tipo específico de terapias denominadas terapia cognitiva, afirma Ramírez.

Otras causas
En los jóvenes la depresión se da por falta de amor, baja autoestima, problemas intrafamiliares.

Más en mujeres
De las llamadas a Línea de Confianza son más la mujeres que buscan ayuda. La mayoría tiene problemas económicos, conyugales, deudas, enfermedades.

Alcoholismo
El alcohol y la droga son una forma de ocultar la depresión entre los hombres de 30 a 50 años, cuyo mal tiene su origen en problemas económicos, afecto, adulterio, conflictos que no saben manejar, frustraciones, etcétera.

Riesgo
El número de casos por depresión se incrementa en épocas como Navidad por la ausencia de un ser amado, la soledad. El factor económico incide antes del inicio del año lectivo.

Consejos
Especialistas recomiendan a quienes padecen de depresión que no se fijen metas difíciles ni adquieran grandes responsabilidades. También dividir las tareas grandes, fíjarse prioridades y hacer hasta donde le sea posible. No esperar mucho de sí mismo; si lo hacen, solo aumentarán su sensación de fracaso. Procurar estar con otras personas.

Actividades
Participar en actividades que les hagan sentir mejor. Por ejemplo, realizar ejercicio ligero, ir al cine, asistir a un evento deportivo o participar en actos sociales sin exceder más de lo necesario.

Fuente: eluniverso.com

Librarse De La Depresion PostParto

La depresión posparto afecta a muchas madres, y según publicaron hace unos tres meses, son más propensas las mamás primerizas de bebés que sufren cólicos del lactante.

Generalmente, todas las mamás sufren un bajón emocional debido a que el cuerpo deja de segregar la gran cantidad de hormonas que producía durante el embarazo, aunque esto es temporal, en esos momentos estás mucho más sensible y puede invadirte un poco el agobio de la responsabilidad y del cambio que acaba de sufrir tu vida, ya nada será como antes, incluso puede resultar difícil encontrar unos minutos para darte un baño.

Conociendo la posibilidad de que este bajón emocional se convierta en una depresión posparto, nada mejor que intentar evitarla y para ello, debes prepararte desde el embarazo.

Tienes nueve meses para pensar y prepararte mentalmente sobre los cambios que se producirán en tu vida, hasta el hábito más simple puede ser alterado.

También puedes empezar a valorar quién puede ayudarte durante esos primeros días en las labores del hogar, si el papá esta en casa genial, pero no suele ser lo más común. Quizá necesitarás en algún momento del día a alguien que te eche una mano y nada mejor que alguien de tu entorno.

Una vez en casa con tu bebé, no quieras ser una supermadre y superesposa, pide ayuda cuando la necesites que no por ello van a pensar que no seas capaz de llevar una familia.

Los primeros días las visitas pueden llegar a ser cansinas y no es algo que tengas que aguantar, tus amigos y familiares comprenderán que prefieras visitas cortas, ya que te encuentras en unos días con muchas novedades y que tienes que adaptarte poco a poco a tu nueva situación.

No aproveches siempre el tiempo para limpiar la casa cuando el bebé esté durmiendo, tú también necesitas descansar y reponer fuerzas. También os sentará muy bien a los dos salir a pasear un ratito, además podrás entablar conversación con otras mamás, seguro que en algún parque las encuentras.

Cuando tu pareja esté en casa tómate un tiempo para ti, te ayudará a sentirte mejor. Y no dejes de encontrar tiempo para compartir con tu pareja, quizá es lo que más te reconforte.

Fuente: bebesymas.com

El ejercicio iguala a los fármacos en el alivio de la depresión

La práctica regular de ejercicio funcionaría tan bien como la medicación para aliviar los síntomas de depresión grave, hallaron investigadores.

En un estudio sobre 202 adultos deprimidos, el equipo observó que aquellos tratados con terapia de ejercicio grupal mejoraron tanto como los pacientes a los que se administraron antidepresivos.

Un tercer grupo que realizó ejercicio en el hogar también obtuvo un alivio de los síntomas, aunque en menor nivel.

Lo más importante, para los autores, es que a los tres grupos les fue mejor que al cuarto grupo que recibió placebo, una píldora inactiva idéntica al antidepresivo.

Mientras que estudios previos sugirieron que el ejercicio puede aliviar los síntomas de depresión, existían críticas porque no habían podido comparar ejercicio con placebo. Esto cuestiona si la terapia en sí causaba los beneficios.

Los nuevos resultados, indicaron los autores, aportan evidencia de que el ejercicio tiene un efecto real sobre la depresión.

Sin embargo, los médicos aún no deberían comenzar a prescribir ejercicio como terapia antidepresiva masivamente. Pero sí a los pacientes motivados a hacerlo, lo que, para los investigadores, sería una opción razonable.

"Si el ejercicio fuera un fármaco, dudo de que recibiese la aprobación de la FDA en este momento", destacó el autor del estudio, el doctor James A. Blumenthal, profesor de Psicología Clínica del Centro Médico de la Duke University, en Carolina del Norte.

"Pero existe cada vez más evidencia de que el ejercicio es una alternativa viable a la medicación, al menos para los pacientes que aceptan la actividad como un potencial tratamiento antidepresivo", dijo el autor a Reuters Health.

El estudio, publicado en la revista Psychosomatic Medicine, incluyó a 202 hombres y mujeres mayores de 40 años con diagnóstico de depresión grave.

Al azar, los autores dividieron a los pacientes en cuatro grupos: uno hizo ejercicio supervisado y en grupo tres veces por semana; otro hizo ejercicio en el hogar; el tercero recibió el antidepresivo sertralina (Zoloft) y el cuarto tomó placebo.

A las 16 semanas, el equipo evaluó los síntomas depresivos.

Al final del estudio, el equipo halló que el 47 por ciento de los pacientes tratados con el antidepresivo no reunían ya los criterios de depresión grave. Lo mismo ocurrió en el 45 por ciento de los que hicieron ejercicio grupal.

En el grupo que hizo ejercicio en el hogar, el 40 por ciento tenía remisión de síntomas, frente al 31 por ciento en el grupo placebo.

Existen varias teorías sobre por qué el ejercicio alivia la depresión.

Por ejemplo, la actividad física afecta ciertas sustancias químicas claves del sistema nervioso, la norepinefrina y la serotonina, que son objetivos de los fármacos antidepresivos, como así también las neurotrofinas del cerebro, que protegen a las células nerviosas de las lesiones y transmiten señales anímicas dentro del cerebro.

El ejercicio aumentaría además los sentimientos de autosuficiencia y promovería el pensamiento positivo. Algunos expertos sostienen que el ejercicio grupal, con su aspecto social, tendría beneficios adicionales.

Aunque al grupo que hizo ejercicio en el hogar le fue mejor que al grupo que recibió placebo, Blumenthal señaló que se desconoce si sería tan efectivo como las clases supervisadas. "El ejercicio en el hogar es más cómodo, pero los pacientes no se esforzarían tanto", dijo el investigador.

Además, Blumenthal agregó que la actividad física supervisada sería más segura para algunas personas, como aquellas con enfermedad cardíaca.

Fuente: buenasalud.com

Ansiedad persiste por más tiempo que depresión tras un aborto

Después de un aborto espontáneo, la depresión disminuiría durante el año siguiente, pero muchas parejas seguirían sintiendo ansiedad por más tiempo, sugirió un nuevo estudio.

"En las parejas que sufren un aborto espontáneo, la ansiedad, más que la depresión, suele ser una carga clínica persistente", dijo a Reuters Health el doctor Grant P. Cumming, del Hospital Dr. Gray, en Elgin, Gran Bretaña.

Pocos estudios intentaron evaluar el efecto emocional a largo plazo del aborto sobre las parejas.

Esto llevó al equipo dirigido por Cumming a analizar la depresión y la ansiedad en las mujeres y sus parejas un mes después de que ellas sufrieran un aborto espontáneo, y a los seis y 13 meses.

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista BJOG.

De las 273 mujeres y los 133 hombres que completaron todas las evaluaciones, el 10 por ciento de ellas y el 4 por ciento de ellos sufrieron depresión el primer mes después del aborto.

A los 13 meses, el equipo identificó depresión en alrededor del 2 por ciento de las mujeres y los hombres.

"Esperábamos hallar niveles más altos de depresión en las mujeres, pero nos sorprendió la rápida disminución con el paso del tiempo", dijo Cumming.

La principal carga psicológica en las mujeres, y en algunos hombres, fue la ansiedad, indicó el investigador.

Durante el primer mes posterior al aborto, el 24 por ciento de las mujeres y el 5 por ciento de los hombres tenían ansiedad.

En la evaluación final, la ansiedad seguía siendo evidente en casi el 16 por ciento de las mujeres y el 4 por ciento de los varones.

Según Cumming, es importante que los médicos traten las secuelas psicológicas negativas del aborto espontáneo y los efectos potencialmente dañinos sobre las relaciones, la salud mental, el trabajo y los embarazos futuros.

Fuente: buenasalud.com

Especialista alerta que la sociedad moderna fomenta la depresión

La sociedad moderna, con sus prisas y exigencias, fomenta la proliferación de la depresión, advirtió el especialista Enrique Rojas, autor del libro "Adiós a la depresión".

Durante la presentación de su obra, en el auditorio de Rectoría de la Universidad Anáhuac, indicó que las estadísticas y la experiencia clínica apuntan a que la depresión, con las alteraciones de la personalidad, se han convertido en los problemas psicológicos más frecuentes.

Destacó que se ha comprobado que la forma de las depresiones ha evolucionado y que a menudo interactúan con otros problemas de tipo nervioso o físico.

El especialista comentó que uno de los rasgos más notables de esa evolución es la tendencia a convertirse en crónicas. La razón es, sin duda, una combinación de factores entre los cuales destaca la ruptura del tejido social tradicional.

Las depresiones, dijo, son un conjunto de enfermedades psíquicas, hereditarias o adquiridas, con una sintomatología determinada a la que se asocian cambios negativos de tipo somático, psicológico (vivencial), conductual, cognitivo y asertivo.

Detalló que la tristeza es el centro de la depresión, ya que se trata de un trastorno que produce un gran dolor moral, una mezcla de infelicidad y desdicha combinada con una total ausencia de expectativas de futuro.

Enrique Rojas comentó que 40 por ciento de los enfermos que son asistidos en consultas médicas generales tienen manifestaciones depresivas de algún tipo. De ahí, subrayó, la importancia de formar médicos generales con una buena preparación psicológico-psiquiátrica.

Muchos pacientes, expuso, comentan en una primera entrevista que llevan más de 10 años con depresión, y señaló que el sufrimiento puede llegar a ser tan profundo que sólo el suicidio se vea como una salida de ese túnel.

Fuente: cronica.com.mx

Autoestima

Muchas veces escuchamos hablar de la autoestima; que alguien la tiene baja o dañada, que otro tiene demasiada, que su problema es su baja autoestima, etc.

Constantemente es utilizado este concepto por profesoras, psicólogas, orientadoras, médicos, etc, ¿pero le damos la real importancia a esta palabra y lo que implica?.

Tengo la sensación de que se ocupa mucho pero no se le da su lugar en nuestro diario vivir. No hemos advertido como un mal desarrollo de ella o por falta de estimulación, en algunas personas, trae grandes deterioros en su trabajo, colegio, en las relaciones interpersonales, en el respeto a sí mismo, en sus autoevaluaciones.

Consideramos Autoestima como un juicio personal sobre el propio valor, que se expresa en las actitudes que el individuo tiene hacia sí mismo. Dicho juicio conlleva a una autovaloración, con sus distintos matices, en términos de positito o negativo, malo o bueno, aceptable o rechazable, capaz e incapaz, bonito o feo, entre otros. Entonces vamos a enjuiciarnos, de esta manera, en distintos aspectos :

  • En nuestros atributos personales: como valoramos nuestras capacidades, la apariencia física, aptitudes, logros, etc. Lo que se expresa en nuestra forma de enfrentar la vida diariamente, en como nos paramos frente al mundo y las personas que nos rodean, en como nos sentimos con nosotros mismos.
  • En nuestra forma de relacionarnos: como evaluamos nuestra capacidad para contactarme con otros y sentirme cómodo; nuestras amistades, la relación con amigos, jefes, conocidos. La facilidad que tengo o no para relacionarme con otro y disfrutar con ellas. Incluye el cómo percibo que los demás recepcionan mi compañía y cercanía.
  • En el poder que creemos tener: cuanto poder tenemos para influenciar sobre mi propia vida personal Lo cuál va a determinar si me atrevo o no a tomar decisiones, a llevar a cabo alguna actividad, a hacerme respetar o valer, a aceptar nuevos desafíos y a equivocarse.
Es así como personas que tienen un juicio de sus capacidades como negativo, incapaz, lo mas probable es que no se atreva por ejemplo, a pedir un aumento desueldo a pesar de que lo merece y es eficiente en su trabajo, a pedir cuando necesita, a poner límites a las personas, a decir no, entre otras cosas.

Por la resonancia que tiene la autoestima en nuestras vidas, es que invito a quienes lean este artículo, que revisen la propia y las de sus hijos. Si ven dificultades pregunten, lean y si les preocupa, consulten. Mientras antes podamos estimular su buen desarrollo, menos es el tiempo en que el niño o adulto sufre y se siente mal.

Fuente: orientame.cl

Depresión encubierta en adolescentes

La depresión encubierta en adolescentes es un problemas habitual a menudo no detectado, en los adolescentes. Para esconder su depresión, y para protegerse del dolor de la depresión, de la soledad y de la carencia de autoestima, muchos adolescentes recurren a malestares somáticos y conducta de actuación (“Acting out”) sin jamás manifestar abiertamente sus sentimientos o expresar sus síntomas emocionales de la depresión.

Sintomatología habitual en la depresión del adolescente

  • Somática
  • Dolor abdominal
  • Vómito
  • Anorexia
  • Bulimia
  • Cefaleas
  • Hipocondriasis
Actuación (“Acting out”)
  • Abuso del alcohol y toxicomanía
  • Agresión, violencia, peleas, arranques de cólera
  • Hurto
  • Escapismo
  • Actos de prepotencia
  • Mentir
  • Delinquir
Muchos de estos trastornos de conducta podrían reflejar “desviaciones” del desarrollo de carácter transitorio, pero cualquier dificultad que se prolonga varios meses, que afecta la conducta del adolescente en distintos ámbitos (colegio, hogar, diversiones) y que tiene fuerte influencia en la vida familiar debe recibir una rápida atención. Debe especialmente tratar de determinarse si se ha producido o no una pérdida –o una percepción de pérdida por el niño-, como también cualquier expresión de sentimientos de depresión de una manera más directa. A menudo es necesaria la intervención de un psiquiatra para ayudar al adolescente a que encuentre mejores formas de manejar estos sentimientos.

A raíz del elevado riesgo de suicidio que presentan los pacientes con actuaciones de violencia por la depresión, debe tenerse en cuenta la depresión como diagnóstico diferencial de los adolescentes con trastornos de conducta y malestares orgánicos inexplicables.

Fuente: depresion.psicomag.com

Suicidio Adolescente

¿Qué es el comportamiento suicida?

El comportamiento suicida se define como la preocupación o acción orientada a causar la propia muerte de manera voluntaria. El intento de causar la propia muerte es esencial en esta definición. El pensamiento suicida hace referencia a ideas de cometer suicidio o el deseo de quitarse la propia vida. El comportamiento suicida hace referencia a las acciones concretas realizadas por quien está pensando o preparándose para provocar su propia muerte. El intento de suicidio normalmente hace referencia a una acción orientada a provocar la propia muerte que no logra su objetivo. El suicidio hace referencia a haber causado intencionalmente la propia muerte.

¿Cuáles son las causas del intento de suicidio en los adolescentes?

La adolescencia es un período del desarrollo de mucho estrés lleno de cambios muy importantes: cambios en el cuerpo, cambios en las ideas y cambios en los sentimientos. El intenso estrés, confusión, miedo e incertidumbre, así como la presión por el éxito, y la capacidad de pensar acerca de las cosas desde un nuevo punto de vista influye en las capacidades del adolescente para resolver problemas y tomar decisiones. Para algunos adolescentes, los cambios normales del desarrollo, a veces acompañados por otros hechos o cambios en la familia como el divorcio o la mudanza a una nueva comunidad, cambios de amistades, dificultades en la escuela u otras pérdidas, pueden causar gran perturbación y resultar abrumadores. Los problemas pueden apreciarse como demasiado violentos o difíciles de sobrellevar. Para algunos, el suicidio puede parecer una solución. Del 12 al 25 por ciento de los niños mayores y adolescentes experimentan algún tipo de idea acerca del suicidio (pensamiento suicida) en algún momento. Cuando los sentimientos o pensamientos se vuelven más persistentes y vienen acompañados de cambios en el comportamiento o planes específicos de suicidio, el riesgo de un intento de suicidio se incrementa.

¿Qué se sabe acerca del suicidio adolescente?

En las últimas décadas, la tasa de suicidio en los jóvenes se incrementó de manera significativa. En 1997, el suicidio fue la tercera causa principal de muerte en jóvenes de 15 a 24 años de edad, y la tercera causa principal de muerte en niños de 10 a 14 años de edad. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health, NIMH), los resultados de la investigación científica establecen lo siguiente:

  • Se estima que hay de ocho intentos de suicidio por cada suicidio concretado, y la proporción es aun mayor entre los jóvenes.
  • Los principales factores de riesgo para el intento de suicidio en los jóvenes son la depresión, el abuso de sustancias y los comportamientos agresivos o perturbadores.
En un llamamiento a tomar medidas para la prevención del suicidio hecho por el Jefe del Servicio de Sanidad de Estados Unidos (U.S. Surgeon General) en 1999 se informó lo siguiente:
  • Los suicidios con armas de fuego representaron el 63 por ciento del incremento de la tasa global de suicidios desde 1980 hasta 1996, en el grupo comprendido entre los 15 y los 19 años.
  • Los hombres menores de 25 años tienen mayor probabilidad de suicidarse que sus pares mujeres. En 1996, la proporción entre ambos sexos para el grupo comprendido entre los 15 y los 19 años fue de 5 a 1 (hombres respecto de mujeres).

Los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, su sigla en inglés es CDC) informan lo siguiente:
  • Los hombres tienen una probabilidad cuatro veces mayor de morir a causa de suicidio que las mujeres.
  • Sin embargo, las mujeres tienen mayor probabilidad de intentar el suicidio que los hombres.
¿Cuáles son los factores de riesgo del suicidio?

Los factores de riesgo del suicidio varían de acuerdo a la edad, el sexo y las influencias culturales y sociales, y pueden modificarse a lo largo del tiempo. Por lo general, los factores de riesgo del suicidio se presentan combinados. A continuación, se incluyen algunos de los factores de riesgo que pueden presentarse:
  • Uno o más trastornos mentales diagnosticables o trastornos de abuso de sustancias.
  • Comportamientos impulsivos.
  • Acontecimientos de la vida no deseados o pérdidas recientes (por ejemplo, el divorcio de los padres).
  • Antecedentes familiares de trastornos mentales o abuso de sustancias.
  • Antecedentes familiares de suicidio.
  • Violencia familiar, incluido el abuso físico, sexual o verbal/emocional.
  • Intento de suicidio previo.
  • Presencia de armas de fuego en el hogar.
  • Encarcelación.
  • Exposición a comportamientos suicidas de otras personas, incluida la familia, los amigos, en las noticias o en historias de ficción.
Señales de aviso de sentimientos, pensamientos o comportamientos suicidas:

Muchas de las señales de aviso de posibles sentimientos suicidas son también síntomas de depresión. La observación de los siguientes comportamientos ayuda a identificar a las personas que pueden encontrarse bajo el riesgo de intento de suicidio:
  • Cambios en los hábitos alimenticios y del sueño.
  • Pérdida de interés en las actividades habituales.
  • Retraimiento respecto de los amigos y miembros de la familia.
  • Manifestaciones de emociones contenidas y alejamiento o huida.
  • Uso de alcohol y de drogas.
  • Descuido del aspecto personal.
  • Situaciones de riesgo innecesarias.
  • Preocupación acerca de la muerte.
  • Aumento de molestias físicas frecuentemente asociadas a conflictos emocionales, como dolores de estómago, de cabeza y fatiga.
  • Pérdida de interés por la escuela o el trabajo escolar.
  • Sensación de aburrimiento.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Deseos de morir.
  • Falta de respuesta a los elogios.
  • Aviso de planes o intentos de suicidarse, incluidos los siguientes comportamientos:
  • Verbaliza: "Quiero matarme" o "Voy a suicidarme".
  • Da señales verbales como "No seré un problema por mucho tiempo más" o "Si me pasa algo, quiero que sepan que ...".
  • Regala sus objetos favoritos; tira sus pertenencias importantes.
  • Se pone alegre repentinamente luego de un período de depresión.
  • Puede expresar pensamientos extraños.
  • Escribe una o varias notas de suicidio.
Las amenazas de suicidio significan desesperación y un pedido de auxilio. Siempre se deben tener en cuenta muy seriamente los sentimientos, pensamientos, comportamientos o planes de suicidio. Todo niño o adolescente que expresa ideas de suicidio debe ser sometido a una evaluación inmediatamente.

Las señales de aviso de sentimientos, pensamientos o comportamientos suicidas pueden parecerse a las de otras condiciones médicas o problemas psiquiátricos. Siempre consulte con el médico de su hijo para el diagnóstico.

Tratamiento para los sentimientos y comportamientos suicidas:

El tratamiento específico para los sentimientos y comportamientos suicidas será determinado por el médico de su hijo adolescente basándose en lo siguiente:
  • La edad del adolescente, su estado general de salud y su historia médica.
  • Qué tan avanzados están los síntomas del adolescente.
  • La seriedad del intento.
  • La tolerancia del adolescente a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Sus expectativas con respecto del riesgo futuro de suicidio.
  • Su opinión o preferencia.
Todo adolescente que haya intentado suicidarse requiere de una evaluación física inicial y tratamiento hasta recuperar la estabilidad física. El tratamiento de la salud mental para los sentimientos, ideas o comportamientos suicidas comienza con una evaluación minuciosa de los acontecimientos de la vida del adolescente ocurridos durante los dos o tres días previos al comportamiento suicida. Una evaluación integral del adolescente y de la familia contribuye a la toma de decisiones con respecto de las necesidades de tratamiento. Las recomendaciones de tratamiento pueden incluir, entre otras, la terapia individual para el adolescente, terapia de familia y, cuando sea necesario, la internación para brindarle al adolescente un entorno supervisado y seguro. Los padres tienen un rol vital de apoyo en cualquier proceso de tratamiento.

Prevención del suicidio:

El reconocimiento y la intervención temprana de los trastornos mentales y de abuso de sustancias es la forma más eficaz de prevenir el suicidio y el comportamiento suicida. Varios estudios han demostrado que los programas de prevención del suicidio con más probabilidad de éxito son aquéllos orientados a la identificación y el tratamiento de la enfermedades mentales y el abuso de sustancias, el control de los efectos del estrés y de los comportamientos agresivos.

El suicidio es un problema de la salud pública trágico y potencialmente prevenible. En 1999, el Jefe del Servicio de Sanidad de Estados Unidos (U.S. Surgeon General) realizó un llamamiento a tomar medidas para la prevención del suicidio mediante la introducción de una estrategia de Conciencia, Intervención y Metodología (Awareness, Intervention, and Methodology, su sigla en inglés es AIM). El plan incluye iniciativas de investigación, conferencias y la evaluación de la eficacia de los programas de prevención actuales. El Centro Nacional para la Prevención y Control de Lesiones (National Center for Injury Prevention and Control, su sigla en inglés es NCIPC) trabaja para aumentar la conciencia del suicidio como un problema serio de la salud pública. Consulte al médico de su hijo para obtener más información.

Fuente: healthsystem.virginia.edu