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Ansiedad, tristeza y vacío, las claves de estas fechas

Unos dicen que es un mito, mientras otros hablan de que se trata de una realidad incontestable. Es el síndrome posvacacional. Y aunque es cierto que la sociedad actual padece una irrefrenable tendencia a poner etiquetas algo excesivas, no es menos verdad que la mayoría de los trabajadores no vuelve precisamente eufórica a su puesto de trabajo. Ansiedad, tristeza y vacío son algunas de las claves de estas fechas.

El síndrome o depresión posvacacional se caracteriza por la inadaptación a la actividad laboral al regreso de las vacaciones. No sólo la vuelta es dura, sino que cada año lo es más, como si se tratara de una pendiente que nunca se acaba de superar.

En el peor de los casos, este síndrome puede desembocar en una depresión, pero eso ya serían palabras mayores. Los especialistas aconsejan afrontar este periodo con el mejor espíritu posible y, en cualquier caso, no tomar medicación alguna hasta que no pasen dos semanas. Es decir: pasar diez o doce días 'malos' tras las vacaciones no debe considerarse una enfermedad y sí como la consecuencia, más o menos lógica, de una adaptación a unas nuevas rutinas. Si el cuadro persiste después de esos quince días, entonces sí se aconseja acudir a la consulta.

Los expertos admiten que, en efecto, el síndrome posvacacional existe, pero matizan que casi nunca se alcanza el estado de depresión por esta causa. En el fondo, lo que más pesa, según explican, es un alto grado de insatisfacción laboral.

En cualquier caso, entidades como la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria aconsejan para estas fechas mantener una actitud positiva en general y evitar la ansiedad para poder sobrevivir mejor a estos días. Planificar las actividades, dice, resulta muy conveniente.

Fuente: ideal.es

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