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Eso que llamamos Depresión

Depresión es una palabra que tiene dos sentidos. En el lenguaje de la calle decimos "tengo depresión" si estamos tristes, apenados, agotados o desinteresados. En medicina, DEPRESION o TRASTORNO DEPRESIVO es el nombre de una enfermedad que afecta, por una parte, al estado de ánimo y, por otra parte, a una serie de funciones vitales (concentración, regulación del sueño, fatiga, etc.)
Los síntomas más importantes de las depresiones son:
1) El bajo estado de ánimo: desmoralización, falta de ilusiones, falta de ganas de hacer cosas, sentirse bajo de tono...
2) La dificultad para hallar distracciones: no se disfruta igual que antes; lo que antes hacía gozar, ahora es más indiferente, si algo distrae es de forma momentánea, la persona se siente como apagada...
Otros síntomas, de los que puede haber uno o varios, son:
a) Trastornos del sueño (insomnio, despertar antes de hora, exceso de sueño durante el día...). b) Trastornos del apetito (ya sea perdida, ya sea ganancia de apetito).
c) Pensamientos repetitivos sobre temas que despiertan ansiedad, en otras palabras, cuando se coge un tema de preocupación es difícil sacárselo de la cabeza.
d) Ideas negras, pensamientos negativos, mala imagen acerca de sí mismo, sentimientos de culpa o de inferioridad.
e) Falta de concentración, sensación de perdida de concentración o de memoria.
f) Fatiga física, generalmente más acusada por la mañana: sensación de estar más cansado por la mañana.
g) Alteraciones matinales en general (más fatiga, más ansiedad, "estar más espeso" por la mañana que por la noche).
h) Dolores en diversas partes del cuerpo.
i) Perdida del interés sexual.
j) En algunos casos graves, ideas de muerte.
Uno de los dos síntomas "mayores" (bajo estado de ánimo, dificultad para disfrutar) casi siempre está presente. Los demás síntomas aparecen en grados diversos: uno o dos de ellos, varios, todos...
Las formas más comunes de depresión son:

DEPRESION MAYOR: Es cuando los síntomas son intensos. Normalmente una depresión mayor es una enfermedad muy evidente. El paciente se halla triste, desanimado, cansado, etc.

DEPRESIONES ENMASCARADAS. Son trastornos en que predominan los síntomas físicos: cansancio, dolores diversos, vértigos, vómitos, etc., sobre los psicológicos. Es lo que, a veces, se llama "nervios" en el estómago, en el corazón...

DEPRESIONES CON OBSESIONES: las obsesiones, pensamientos repetitivos o acciones repetitivas sobre algún tema, pueden ser el único síntoma evidente en este tipo de depresiones.

DEPRESIONES MITIGADAS O DISTIMIAS DEPRESIVAS. Distimia quiere decir "humor perturbado". En este trastorno la persona suele estar con cambios de humor, irritabilidad, problemas de concentración y, de vez en cuando, altibajos depresivos. Las distimias son muy engañosas, pues pueden durar años y no diagnosticarse como un trastorno depresivo. Lo típico es que duren mucho tiempo, y que el paciente no pase más de dos meses libre de trastornos. Es frecuente la incidencia de desavenencias familiares, personales, laborales, etc., a causa de los cambios del humor.

DEPRESIONES CON CRISIS DE ANSIEDAD. Las crisis de ansiedad, también llamadas crisis de pánico, consisten en un intenso estado de ansiedad, agitación, ahogo, palpitaciones, temblor, sudación, escalofríos, taquicardia y sensación de que a uno le va a dar algo o que se va a morir. Las crisis de ansiedad se producen en el curso de algunas depresiones. Después de las crisis de ansiedad el paciente suele presentar agorafobia, que se define como el miedo de estar en lugares de donde sea difícil o embarazoso escapar en el caso de que apareciera una crisis de ansiedad.

Las depresiones acontecen en personas con predisposición. Esta propensión es de naturaleza genética y depende del modo de funcionar que tienen unas partes concretas del cerebro. Hay personas que, les pase lo que les pase, nunca sufren una depresión. Otras, entran en trastornos de ese tipo con poca causa o, quizá, sin causa. Es frecuente desarrollar alguna forma de depresión tras alguna situación traumática. La muerte del cónyuge o la perdida de un trabajo son causas que aparecen como muy evidentes. Pero un cambio de piso (incluso a mejor), o de colegio, puede también significar una "perdida" (de ambiente, de amigos, etc.) que dispare un proceso depresivo.

La primera fase del tratamiento requiere medicación antidepresiva porque la depresión responde a un trastorno bioquímico cerebral muy bien conocido. Unas sustancias llamadas "neurotransmisores", las cuales trasladan información entre las células del cerebro, se hallan disminuidas en algunas zonas del cerebro cuando hay una depresión. En según que casos, especialmente en depresiones muy graves o muy resistentes al tratamiento, pueden hacerse unos determinados análisis de sangre para evaluar el estado de los neurotransmisores. A través de estos análisis, es posible detectar la gravedad y naturaleza de la depresión. Los medicamentos antidepresivos favorecen la utilización de los neurotransmisores que fabrica el cerebro, e impiden su destrucción.

¿Sabía Ud que...?

Un 30 % de la población general padece algún tipo de depresión.

Solamente un pequeño porcentaje de depresiones, que posiblemente no llegue al 4%, están correctamente tratadas.

Las personas con somatizaciones de la depresión (dolores de cabeza, vértigos, trastornos gástricos, crisis de pánico, dolores precordiales, etc.) suelen ser sometidas a innecesarias exploraciones médicas y pasan unos tres años, por término medio, antes de que les sea diagnosticada y tratada la depresión subyacente.

Las depresiones, en los niños, suelen provocar síntomas distintos: trastornos de conducta, irritabilidad, fallos de rendimiento escolar, apatía, negativismo, aislamiento social y aumento de la conflictividad.

Síntomas de depresión

El bajo estado de ánimo: desmoralización, falta de ilusiones, falta de ganas de hacer cosas, sentirse bajo de tono...

La dificultad para hallar distracciones: no se disfruta igual que antes; lo que antes hacía gozar, ahora es más indiferente, si algo distrae es de forma momentánea, la persona se siente como apagada...

Trastornos del sueño (insomnio, despertar antes de hora, exceso de sueño durante el día...)

Trastornos del apetito (ya sea perdida, ya sea ganancia de apetito).
Pensamientos repetitivos sobre temas que despiertan ansiedad; cuando se coge un tema de preocupación es difícil sacárselo de la cabeza.
Ideas negras, pensamientos negativos, mala imagen acerca de sí mismo, sentimientos de culpa o de inferioridad.
Falta de concentración, sensación de perdida de concentración o de memoria.
Fatiga física, generalmente más acusada por la mañana: sensación de estar más cansado por la mañana.
Alteraciones matinales en general (más fatiga, más ansiedad, "estar más espeso").
Dolores en diversas partes del cuerpo.
Perdida del interés sexual.
En algunos casos graves, ideas de muerte.

Tratamientos para la depresión

Los medicamentos antidepresivos ayudan a que no se destruyan los neurotransmisores que fabrica el propio cerebro.

La psicoterapia ayuda a la persona a comprender su modo de afrontar la realidad, y a mejorar sus recursos de cara a desarrollar pensamientos positivos.

El ejercicio físico, especialmente aeróbico (aerobic, footing, jogging, natación...) puede ser de gran ayuda en el tratamiento de las depresiones.

La exposición a la luz intensa tiene un efecto antidepresivo. En nuestro país abunda el sol. En países nórdicos emplean cámaras de luz artificial donde colocar a los pacientes en sesiones de 30 a 120 minutos.

Las depresiones, aún las leves, dejadas a su aire tienden a empeorar. Algún tipo de tratamiento es mejor que ninguno.

Fuente: medicina21.com

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